Es el escenario que abriría la nueva normativa que entrará en vigencia en ese país en noviembre. Más de 10 millones de argentinos recibieron la vacuna rusa. Se agotan los pasajes de octubre.
¿Los primeros serán los últimos? Por “primeros” nos referimos a los vacunados contra el Covid el verano pasado, pioneros en el uso de la vacuna rusa Sputnik V. Por “últimos”, a la restricción de movilidad internacional que, se estima, recaerá en esas personas, en especial si quieren (y pueden) viajar a países como Estados Unidos. Por lo que se estima, esa nación solo aceptará ingresos de quienes tengan esquemas completos de vacunas aprobadas por la OMS. Excluye a Sputnik y a Cansino.
Sin contar los miles de chicos y adolescentes aún no vacunados en Argentina, más de 10 millones de personas podrían ver obstaculizada la posibilidad de pisar Estados Unidos desde noviembre, y a cualquier otro país que se rija sanitariamente por una regla de admisión como esa: la vara de la OMS.
Como era esperable, el anuncio generó un alza en las ventas de pasajes para inmunizarse antes de que arranque el “bloqueo”. De hecho, una importante aerolínea confirmó a este medio que “los vuelos Buenos Aires-Miami para octubre tienen la ocupación al 90%”.
Vacunación con Sputnik V en un centro de vacunación de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti
Los vacunados en Argentina con el componente 1 de Sputnik son 10.213.890 de personas. A la vez, 30.626 tienen aplicada la unidosis de Cansino, según datos oficiales. Representan más del 22% de la población.
Es muy difícil trazar una hipótesis sobre la suerte que correrán los vacunados “heterólogos” que deseen viajar a países con restricciones como las mencionadas.
Si uno asumiera que a los ojos de la OMS y la FDA (la “Anmat estadounidense”), la vacuna Sputnik posee algún rasgo de insuficiencia o incompetencia, no es ridículo estimar que quienes tengan el esquema combinado Sputnik-Moderna, por ejemplo, podrían ser considerados, tanto “medianamente bien” como “medianamente mal” vacunados.
¿Los dejarán entrar a Estados Unidos? Hay que aguardar el anuncio oficial. Desde la Embajada de ese país en Argentina aseguraron que entienden la ansiedad, pero los detalles son “inminentes”.
La fuente que habló con este medio, no obstante, fue clara en una cosa: frente a la posibilidad de que Estados Unidos solo acepte entradas de viajeros con vacunas aprobadas por la FDA (Janssen, Pfizer y Moderna, lo que dejaría afuera a todos los inmunizados con Sinopharm y AstraZeneca, incluyendo a buena parte de la población europea) y que, en cambio, amplíen la admisión a las vacunas de la “vara OMS”, la segunda hipótesis parece la más razonable.
Derecho de admisión
Son siete las vacunas aprobadas por la OMS: Pfizer, Moderna, Janssen, Sinovac, Sinopharm, AstraZeneca y su gemela india, la vacuna Covishield.
Aunque la OMS tuvo un rol muy cuestionado durante la pandemia, parece que su “pulgar para arriba” en materia de vacunas sigue ostentando peso propio.
Sin embargo, hay un punto en que no poder pisar Estados Unidos parece una injusticia y, además, un absurdo. Uno viaja por el mundo cuidando sus papeles como si fueran hijos. Llevan los respetados sellos de las instituciones locales: pasaporte, diplomas, matrículas profesionales o un simple certificado de vacunación contra la fiebre amarilla.
Sin embargo, los tiempos de la pandemia, el trauma de las muertes y el ingobernable carácter del coronavirus no dieron margen para que los organismos regulatorios de medicamentos establecieran consensos mínimos. Todos, encima, desconfían de todos.
La cola en uno de los puestos de seguridad del aeropuerto internacional de Miami. Foto: AP
Según aclaraba hace unos días Sonia Tarragona (jefa de Gabinete del Ministerio de Salud), la homologación de vacunas Covid, es decir, el acuerdo mutuo entre las naciones de que todo esquema completo será dado por “bueno” si su aprobación ocurrió por la vía oficial del país de origen del viajero, es algo en lo que “se está trabajando en este momento en todos lados”.
La EMA
Hace meses es palpable que la falta de reconocimiento internacional de la vacuna Sputnik generaría inconvenientes a quienes tuvieran que presentar un “pasaporte de vacunación” de un fármaco con reputación cuestionada.
“Cuestionada”, al menos desde los zapatos de quienes dirigen organismos como la OMS o la EMA, que, o juzgan pobre la evidencia científica presentada desde Rusia (algo comentado muchas veces en estas líneas), o solo toman partido frente a lo que (para decirlo de un modo injustamente resumido) se suele nombrar como “diferencias geopolíticas históricas”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). /AP
Esta semana, Zala Grudnik, de Relaciones Públicas de la EMA, respondió una pregunta de este medio sobre el avance de la aprobación de Sputnik.
El tema no es menor. Primero porque una aprobación de la EMA parece más probable que una de la FDA, y la primera podría traccionar el visto bueno de la OMS.
Segundo, permitiría que algunos de los 10,2 millones de vacunados con Sputnik, si remotamente pudieran/quisieran viajar al exterior, se evitaran molestias al borde de lo humillante, como las que compartió una argentina de 60 años que habló con Clarín.
Está vacunada con dos dosis de Sinopharm. Viajó a Italia a ver un familiar y está “harta”: “No puedo entrar a comer a ningún lado, solo en puestos de la calle porque mi vacuna no es aceptada“.
Vacunación en Tecnópolis, provincia de Buenos Aires, con dosis de Cansino. /EFE
Pero Grudnik, de la EMA, no sonó alentadora: “La vacuna Sputnik V sigue bajo revisión continua hasta que se disponga de pruebas suficientes para una solicitud de autorización de comercialización formal, que aún no se ha recibido”.
Dijo que “la EMA estará en una mejor posición para comentar sobre los posibles plazos para la autorización de esta vacuna una vez que se haya presentado una solicitud de autorización de comercialización a la Agencia, lo que permitirá comprender mejor la solidez de los datos disponibles”.
Pasajes en alza
Apenas se supo que Estados Unidos podría cerrar las puertas a miles de personas, “las ventas de pasajes para viajar antes del 1 de noviembre levantaron un 30%”, aseguró Emiliano Leanza, Business Intelligence de la agencia Avantrip, quien agregó que “encabeza Miami como destino, y le sigue Nueva York”.
No se puede omitir que viajar a ese país para vacunarse con el objetivo de poder volver en el futuro es un plan para un selectísimo segmento de la población. La que puede pagar, hoy, entre US$ 1.200 y US$ 2.700 el pasaje.
El arribo de un avión de Aerolíneas Argentinas con dosis de Sinopharm contra el Covid. /Presidencia
Paula Cristi, gerente general de Despegar para Argentina y Uruguay, aseguró que el anuncio estadounidense, “por ahora, no ha sido causante de mayor movimiento en la central de atención al cliente”.
Sin embargo, dijo, “destinos como Orlando, Miami y Nueva York están entre los más vendidos al momento para el verano de 2021”, por lo que esperan “recibir consultas acerca de este tema en los próximos días”.
Consultas, reprogramaciones o cancelaciones, desde ya.
En Almundo, en tanto, confirmaron el interés por viajar a Estados Unidos lo antes posible: el 63% de las ventas de pasajes a ese país hechas en los últimos tres días fueron para viajar entre octubre y noviembre.
Por fin, Santiago Neme, médico tucumano que dirige el University of Washington Medical Center, Northwest Campus, en Seattle, Estados Unidos, compartió una reflexión con Clarín: que resume todo el asunto: “Desgraciadamente se sabe menos de la Sputnik que de otras vacunas porque ha habido menos publicaciones“.
Sin embargo, remarcó: “Los datos que se han publicado son buenos. Desconozco porque la OMS no la ha aprobado todavía”.