Busca una garantía para presentarle a los países de que llegará a un programa con el FMI tal cual anunció en octubre pasado.
Argentina negocia con el Club de París el pago de US$ 2.400 millones. Venció su plazo el 30 de mayo y ahora corre un período hasta el 31 de julio. Si no paga, entrará en default (aunque no ese día exactamente).
Los países del Club de París explicaron al Presidente que están dispuestos a brindar más tiempo. Siempre y cuando firme un programa con el FMI y un artículo IV. Se trata de una formalidad de los ministerios de Economía de cada economía que integra el Club de París para justificar que un deudor está imposibilitado de devolver lo prestado.
Argentina no logrará cerrar un acuerdo con el FMI de acá al 31 de julio. El ministro Martín Guzmán pidió en octubre del año pasado iniciar conversaciones para firmar un programa de Facilidades Extendidas. Pero desde entonces las negociaciones no avanzaron. Un acuerdo así exigirá la calibración de un programa fiscal, monetario y cambiario que involucra definiciones de reformas estructurales que el kirchnerismo no demostró estar dispuesto a avalar.
¿Si no es un acuerdo del FMI, qué puede llevar Guzmán el 31 de julio a París y evitar que los países se reúnan y declaren el default?
Según fuentes del Gobierno al tanto d e las negociaciones, la opción sería una carta que hable de un “entendimiento” o “beneplácito” de la buena voluntad de la Argentina de sentarse finalmente con el FMI.
¿Es posible lograr algo así?
En el mercado hay dudas al respecto. ¿Quién del organismo firmaría o pondría su nombre garantizando ante el Club de París que la Argentina va a sentarse a negociar de buena fe un programa con el organismo?
El antecedente: la deuda no es sostenible
Un documento de ese calibra no pasaría por el Directorio Ejecutivo admiten en el propio Gobierno. Recuerdan que el único caso así fue cuando en febrero del año pasado el staff del FMI vino a Buenos Aires y rubricó un informe en el que afirmaba que la deuda de Argentina no era sostenible, respaldando la estrategia del ministro de Economía, Martín Guzmán, de reestructurar los pagos a los bonistas privados.
Aquel documento del FMI no pasó por el Board. Fue una excepción porque generalmente cuando el organismo se pronuncia así, el examen es aprobado por el Directorio. El Gobierno vio aquello como un triunfo sobre los bondholders que empezó a torcer la negociación a su favor. Y un gesto de Georgieva de buena voluntad.
Fuentes oficiales esperan ahora algo similar con el Club de París. Que el FMI otorgue un beneplácito a la Argentina y que sea una suerte de garantía de que se sentará a negociar un acuerdo.
El tema China
La negociación con el Club de París involucra otras cuestiones abiertas hoy en día además. Según partes que participan de la negociación, integrantes del Club de París han pedido a la Argentina saber si mientras solicita más tiempo para pagar su deuda, cancelará obligaciones con otros países como es el caso con China. El Tesoro está pagando a Pekín deudas y eso provocó el reclamo de países a los que se les solicitó una reestructuración caso Japón, Alemania. Estados Unidos sigue también el tema China de cerca. Y el Banco Mundial, que presta líneas de crédito para infraestructura y ve a China com o un competidor.