Jugó directo el equipo, tal como más le gusta al entrenador Lionel Scaloni. Presionar, recuperar y atacar rápido. Esos fueron los fundamentos de Argentina. No brilló, pero va encontrando la forma. El martes chocará con Colombia.
Con contundencia, con un gran Lionel Messi otra vez y con una idea bien clara de juego, Argentina goleó 3-0 a Ecuador y jugará en semifinales contra Colombia, el próximo martes. No brilló la Selección y en algunos pasajes sufrió, pero siguió un libreto claro y le dio grandes réditos.
Dejó buenas sensaciones la primera parte de la Selección porque finalmente, después de varios partidos, se observó una idea. Jugó directo el equipo, tal como más le gusta al entrenador Lionel Scaloni. Presionar, recuperar y atacar rápido. Esos fueron los fundamentos de Argentina. Días después de asumir como técnico interino, el nacido en Pujato había avisado cuál era su filosofía. “Si mi equipo puede llegar en tres segundos al área contraria mejor, porque cuanto antes llegues, al rival lo vas a encontrar peor parado”, explicó tras los primeros amistosos contra Guatemala y Colombia. Y sumó: “No quiero tener la pelota en vano, sino para atacar”.
Volvió a las fuentes Scaloni y, se repite, tuvo una gran primera parte contra Ecuador. Arriesgó y permitió que el elenco que comanda Gustavo Alfaro creara tres situaciones nítidas, pero el juego del equipo fluyó porque atacó con vitalidad. Fueron siete las ocasiones que generó Argentina en los primeros 45 minutos. Las primeras dos estuvieron en los pies de Lautaro Martínez, pero Galíndez y Arboleda sobre la línea le ahogaron el festejo. En ambas oportunidades el Toro recibió directo, una vez de Paredes y la otra de Pezzella. El propio marcador central casi marcar tras un córner de Messi. Y La Pulga tuvo la más clara, aunque su definición en el mano a mano con el arquero rival pegó en el palo. Iban apenas 22 minutos.
El gol de Rodrigo De Paul también llegó luego de un ataque directo: Messi habilitó a González, Galíndez achicó afuera del área, el rebote le quedó al rosarino y éste le sirvió el gol de De Paul, que definió ante dos defensores ecuatorianos que custodiaban el arco. En la última de la etapa inicial, el argentino nacionalizado Galíndez se lució con una doble atajada contra Nico González.
Hubo dudas en defensa. Argentina se plantó con un 4-4-2 ofensivo, con Giovani Lo Celso por delante de Paredes. Marcos Acuña se proyectó más que Nahuel Molina. Y como el equipo se paró alto, en algunos pasajes Otamendi y Pezzella quedaron mano a mano con los atacantes. Enner Valencia tuvo dos claritas, pero pifió sus cabezazos.
En la segunda parte a Argentina le pasó lo que le suele pasar: se metió atrás y le regaló la posesión al rival. Creció Ecuador casi porque no le quedaba otra. Se hizo demasiado largo el equipo argentino y sufrió. Enner Valencia volvió a fallar varios cabezazos. Emiliano Martínez también se lució con un par de atajadas.
Y otra vez hubo un gran ingreso de Angel Di María, como sucedió ante Uruguay en la fase de grupo. Al mismo tiempo entró Guido Rodríguez y el equipo se equilibró. El Fideo recuperó alto a los 39 minutos y luego Messi le cedió el gol a Lautaro Martínez, que definió fuerte y arriba. Lo merecía el Toro, que hizo un desgaste impresionante.
En el minuto final, otra vez Di María se fue mano a mano e Hincapié lo bajó a centímetros del área: roja y tiro libre. Y Messi, para ponerle el moño al juego, lo transformó en obra de arte vestida de gol.