Se paseaba por el noreste de China hace 26,5 millones de años. Estiraba el cuello y comía las hojas de los árboles como si fuera una jirafa.
Los restos fósiles de una nueva especie de rinoceronte gigante descubierto en el Tíbet aportaron luz sobre la dispersión del considerado mamífero terreste más grande de la historia.
Los fósiles de Paraceratherium se encuentran principalmente en Asia, especialmente en China, Mongolia, Kazajstán y Pakistán. Sin embargo, durante mucho tiempo fue un misterio cómo se dispersó este género por Asia.
Esta criatura más alta que una casa de dos plantas y con un peso equivalente al de cuatro elefantes africanos se paseaba por el noreste de China hace 26,5 millones de años. Estiraba el cuello y comía las hojas de los árboles como si fuera una jirafa. Se trata de una nueva especie de rinoceronte gigante, uno de los mamíferos más grandes que jamás hayan existido sobre la Tierra. Curiosamente, carecía del famoso cuerno que distingue a sus parientes modernos, según informa el diario ABC.
La nueva especie, Paraceratherium linxiaense, se presenta en Communications Biology. Los fósiles muestran un cráneo y una mandíbula completamente conservados con su atlas asociado, así como un eje y dos vértebras torácicas de otro individuo. Los fósiles se recuperaron de los depósitos del Oligoceno tardío de la cuenca de Linxia en la provincia de Gansu, China, que se encuentra en el límite noreste de la meseta tibetana y donde se han estado buscando fósiles de mamíferos desde la década de 1980.
Pieza fósil del Paraceratherium descubierto por antropólogos chinos. Foto Tao Deng.
El equipo de Tao Deng, de la Academia de Ciencias de China en Pekín, describió la nueva especie: al igual que con otros indricoterios, el Paraceratherium linxiaense tenía un cuello largo, un cráneo delgado, y dos primeros incisivos superiores en forma de cono. Como diferencia, poseía una cavidad nasal más profunda. Es probable que viviera en áreas de bosques abiertos y comiera las hojas de las copa de los árboles como hacen las jirafas modernas. “El rinoceronte gigante no tiene cuerno y parece más un caballo que un rinoceronte”, dice Deng en el sitio New Scientist.
Los investigadores creen que este animal habría pesado alrededor de 21 toneladas, el equivalente al peso de cuatro elefantes africanos. Habrían sido más grandes que cualquier mamífero terrestres actual. Quizás solo habrían podido hacerles sombra los mamuts más gigantescos.
El rinoceronte gigante del oeste de Pakistán es de los estratos del Oligoceno y representa una sola especie, Paraceratherium bugtiense. Por otro lado, el resto del género Paraceratherium, que se distribuye por la meseta de Mongolia, el noroeste de China y el área al norte de la meseta tibetana hasta Kazajstán, está muy diversificado.
Así, los investigadores pudieron determinar que, en el Oligoceno temprano, P. asiaticum se dispersó hacia el oeste hasta Kazajistán y su linaje descendiente se expandió al sur de Asia como P. bugtiense. En el Oligoceno tardío, Paraceratherium regresó hacia el norte, cruzando el área tibetana para producir P. lepidium al oeste en Kazajistán y P. linxiaense al este en la cuenca de Linxia.
Los investigadores notaron la aridez del Oligoceno temprano en Asia central en un momento en que el sur de Asia era relativamente húmedo, con un mosaico de paisajes boscosos y abiertos. “Las condiciones tropicales del Oligoceno tardío permitieron que el rinoceronte gigante regresara hacia el norte a Asia Central, lo que implica que la región tibetana todavía no se ha elevado como una meseta de gran altitud”, dijo el profesor Tao Deng, del IVPP (Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology) de la Academia de Ciencias de China.
Durante el Oligoceno, el rinoceronte gigante obviamente pudo dispersarse libremente desde la meseta de Mongolia hasta el sur de Asia a lo largo de la costa oriental del océano Tetis y quizás a través del Tíbet. La posibilidad topográfica de que el rinoceronte gigante cruzó el área tibetana para llegar al subcontinente indio-pakistaní en el Oligoceno también puede ser apoyada por otras evidencias.