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Desplazan al director de Ceremonial de Casa Rosada por denuncias de maltratos

Se trata de Gustavo Navarro, un histórico en la casa, que tuvo un rol importante durante la gestión de Cristina Kirchner y había vuelto desde que asumió Alberto Fernández.

Una renuncia sacudió a la Casa Rosada en las últimas horas. Aunque tiene como protagonista a un funcionario con pasado en la gestión de Cristina Kirchner, no se trata de un dirigente de perfil alto y tampoco responde a un cruce con Alberto Fernández y a ninguna de las internas que abundan en el Frente Todos. El protagonista es Gustavo Navarro, director general de Ceremonial y un histórico de los pasillos de Balcarce 50, quien dejó su cargo este lunes a la noche, acorralado por denuncias de maltrato y acoso laboral por parte de personal subalterno.

Según confirmaron altas fuentes oficiales, Navarro presentó su renuncia. Según pudo saber Clarín, había perdido la confianza del presidente Alberto Fernández, quien cuando asumió en diciembre de 2019 le había devuelto un cargo de responsabilidad en el área que ocupó bajo la gestión de Cristina, entre 2013 y 2015, a pesar de que había estado investigado por irregularidades en la rendición de viajes.

De perfil bajo, Navarro cobró notoriedad a partir de una investigación que se inició en 2016 por la presunta presentación de facturas apócrifas sobre gastos realizados en viajes oficiales, cuando se desempeñaba como subdirector de Ceremonial, durante el segundo mandato de Cristina.

Allegado a Nelson Periotti (hijo del ex titular de Vialidad) y  Ceremonial del Senado designado por Cristina, en 2016 Navarro logró hacer pie políticamente en la Cámara Alta, cuando fue designado por la espada ultra cristinista Anabel Fernández Sagasti.

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral no pudo avanzar en la investigación durante los cuatro años de la Presidencia de Mauricio Macri y en marzo de 2020, ya con el kirchnerismo de vuelta en el poder, dictó la falta de mérito en la causa, en la que también había sido denunciado el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

Con este contexto, Alberto Fernández decidió reincorporarlo, aunque su designación generó revuelo.

De todos modos, las críticas por sumar a un funcionario que había sido investigado no hicieron mella en Fernández. Pero las denuncias por maltrato fueron demasiado. Y especialmente porque hay voces -por el momento fuera de micrófono- en Casa de Gobierno que sostienen que las acusaciones exceden a cuestiones laborales.

Ese escenario despeja cualquier especulación respecto a un enfrentamiento interno entre el albertismo y las filas K. “Es un caso especial, no tiene nada que ver con las diferencias internas”, confirmaron fuentes del kirchnerismo.

Por lo pronto, el jefe de Estado recibió un informe de situación de la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, su mano derecha en el aspecto jurídico pero también su asesora en cuestiones de género.

Por este motivo, Ibarra fue abordada por empleados y empleadas del área, a pesar de que se encuentra bajo la órbita de Asuntos Políticos, en la Secretaría General, a cargo de Julio Vitobello.

El jefe de Estado instruyó a Ibarra a exigirle la renuncia a Navarro. “No dudó un minuto y pidió que se activen todos los resortes del Estado para que se investigue”, aseguró una voz del entorno presidencial. La secretaria, a quien Clarín intentó -sin éxito- contactar en reiteradas oportunidades, se lo trasladó al funcionario y su suerte se terminó de definir el lunes. Ahora, a partir de su salida, más voces parecen animarse a hablar.

En Presidencia confirmaron la novedad pero dieron otra explicación: “Hay una denuncia que está siguiendo su trámite interno, pero él presentó la renuncia y adujo motivos personales”, fue la explicación de la portavoz Gabriela Cerruti ante la consulta de este diario.

Con todo, la salida de Navarro no sería la última. Es que en Casa Rosada se viven momentos de reconfiguración de distintas áreas, movilizado por las quejas ya inocultables de empleados de planta permanentemente que han reportado casos de exceso en los tratos de superiores de la planta política. Trascendió que hay un petitorio circulando con varios nombres apuntados por maltrato al personal.

El último episodio se dio el mes pasado, justamente en el área sobre el que tenía influencia Navarro: los edecanes fueron desplazados del histórico lugar que ocuparon en la antesala presidencial.

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