El jueves tocó cerró a $ 206,50. Se demoró el inicio de las operaciones en este viernes preelectoral.
En el último día hábil antes de las elecciones, la cotización del dólar blue tardó en arrancar y en las cuevas había mucha dispersión de precios, con valores que llegaban a hasta $ 209. Pero finalmente, el mercado se acomodó en $ 204, por debajo de los $ 206,50 con los que había cerrado la divisa el jueves en el mercado paralelo. Incluso algunos operadores ya hacían ventas a $ 200.
La suba del blue estiró la brecha con el oficial a 106%. Este viernes, el primer precio operado en el segmento mayorista fue a $ 100,20, tres centavos arriba del jueves, según informó el operador Gustavo Quintana.
En el mercado aseguraban con ironía que de repente “aparecieron los dólares”. Y es que pese a los controles informales que estos días llevaron adelante la Comisión Nacional de Valores y la Unidad de Información Financiera (UIF), muchos aprovecharon para comprar el dólar MEP “subsidiado” con las intervenciones del Banco Central (a $ 185) y vender en el blue a $ 207. Esa diferencia llegó a ser de $ 25 por dólar. Así apareció la oferta de divisas en el blue.
En lo que va de noviembre, el dólar blue subió 10 pesos y en el año acumula un salto de 24%, por encima del dólar oficial que aumentó 18%. Sin embargo, está por debajo de la inflación, que suma 41,8% en 10 meses, según el dato oficial del INDEC.
El salto del blue viene de la mano de la tensión preelectoral y de la percepción de que tras los comicios habrá ajustes en la política económica y en particular en el tipo de cambio.
La demanda se mantuvo firma toda la semana. El jueves, el Banco Central tuvo que salir a vender divisas por tercera rueda consecutiva. Esta vez se le fueron US$ 40 millones en atender al mercado spot donde se negociaron US$ 464 millones en una jornada con una demanda acotada por el feriado en los Estados Unidos. En lo que va del mes las ventas del Central alcanzaron los US$ 350 millones.
En la rueda hubo un salto en las operaciones a futuro a través del Rofex, donde se negociaron US$ 1.215 millones, más otros US$ 443 millones en el MAE. La demanda de cobertura de los inversores ante la incertidumbre de lo que ocurrirá tras los comicios llevó a las posturas del dólar a $ 107 en diciembre, $ 114 en enero y $ 125 en marzo.
En medio de la inquietud que despertó el salto del blue, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, insistió en que “no está prevista ninguna devaluación”. Además, sostuvo que el dólar blue “es un dólar ilegal que se maneja no solamente con las expectativas de la macroeconomía sino también con otro tipo de expectativa”.
En la previa de las elecciones, la escalada de la brecha cambiaria reactivó las preocupaciones del sector privado. El martes pasado, el ministro Guzmán estuvo reunido con cuatro empresarios de primer nivel que le plantearon que la brecha traba la economía y puede complicar las liquidaciones del campo.
Este último punto es seguido con atención por el mercado. Para diciembre se espera que empiecen a entrar los dólares de la cosecha del trigo. Desde el Gobierno se ilusionan con que se liquiden cerca de US$ 3.000 millones antes de fin de año. Pero fuentes del sector apuntan que las exportaciones previstas para el mes próximo son mucho más bajas: apenas llegarían a US$ 750 millones.
La diferencia entre una y otra estimación está justamente en la brecha. Con las retenciones actuales, los exportadores reciben un dólar de $ 85 y enfrentan una brecha de 140% con relación al blue y de 100% con los dólares financieros, lo que desalienta la liquidación e invita a apostar al silobolsa a la espera de que la cotización oficial se reacomode.
“Este contexto de incertidumbre política extrema y en una economía que arrastra desbalances macroeconómicos de magnitud se refleja en el mercado cambiario/financiero con un BCRA que llega a las elecciones con reservas netas líquidas convergiendo a cero“, indica la consultora Abeceb.
Para la consultora, detrás de la suba del blue está “la ausencia de ancla política para las expectativas, a lo que se le suma la falta de ancla fiscal, monetaria y cambiaria”.