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Es la directora municipal que estuvo al frente de la restauración.
El Gobierno de Mar del Plata finalmente echó de su cargo a la funcionaria que había registrado a su nombre la Casa del Puente o la Casa sobre el Arroyo. Es la casa que Amancio Williams diseñó y construyó para su padre, Alberto, y que Magalí Marazzo, su directora, registró a su nombre ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).
Ahora, el poder ejecutivo, que está a cargo de Guillermo Montenegro, decidió despedirla tras no haber obtenido respuesta la semana pasada, cuando se conoció la polémica, y se le pidió la renuncia.
El 12 de octubre, Marazzo, licenciada en Museología y Recursos Naturales y en Gestión Cultural, que es directora en la Secretaría de Obras y Planeamiento de la Municipalidad, patentó a título personal tanto el nombre “Casa del Puente” como “Casa sobre el Arroyo”, y registró el logotipo y su color en el INPI.
Al tener marca y logo registrados y la titularidad de los derechos exclusivos sobre tales denominaciones, Marazzo, por las cinco clases en que hizo el registro, estaba en condiciones de celebrar allí festivales, seminarios, exposiciones comerciales, recitales y crear todo tipo de merchandising, desde adhesivos, sets de viaje, ropa y accesorios.
Marazzo dijo que su intención es “resguardar la casa, porque nadie la patentó, es más, ningún museo de la ciudad está patentado y cualquier persona que decida hacerlo a su nombre, puede”.
La funcionaria, que además es vocal de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, trabaja en el proyecto de recuperación de la casa desde su época como estudiante. “Vengo luchando desde hace muchos años. En estos últimos diez vengo pidiendo que se registre el nombre de la casa. El primero que lo registra es el dueño de la marca y por eso decidí patentarla a mi nombre, antes que algún privado lo haga”, había dicho.
Luego del despido, se conoció que la semana pasada, y ante escribano público, Marazzo firmó la cesión gratuita de los derechos en favor de la comuna. Al mismo tiempo, y por la trascendencia que tomó la polémica, desde diferentes sectores de la cultura se inició una campaña pública en Internet para sumar firmas en favor de la continuidad de Marazzo en su cargo.
“Se le reprocha que lo haya hecho a su nombre, porque como directora municipal, su cargo, bien podría haberlo hecho a nombre de la municipalidad. Hasta la semana pasada, ella insistía en que lo que hizo está bien”, le aseguró a Clarín una fuente del gobierno municipal.
Casa histórica
La Casa sobre el arroyo forma parte del patrimonio de la comuna desde 2011. Está en Quintana 3998 y es reconocida en el mundo. Es Monumento Histórico Artístico Nacional, Patrimonio Cultural, Histórico, Arquitectónico y Ambiental de la Provincia de Buenos Aires y fue declarada de Interés Patrimonial, Cultural y Natural por parte de la Municipalidad. Además, el predio en que se encuentra tiene una declaración de Reserva Forestal.
Fue recuperada tal cual la proyectaron Amancio Williams y Delfina Gálvez hace 80 años y se convertirá en un museo. El compositor y poeta Alberto Williams la encargó en 1943 a su hijo y a su nuera el diseño de una casa de verano para disfrutar con su familia en un terreno atravesado por el arroyo Las Chacras y ocupado por una extensa arboleda. Allí vivió unos 7 años.
Murió en 1952 y sus herederos la vendieron. Hasta 1977 funcionó allí la radio LU9 Mar del Plata. Ese año, la dictadura cívico militar dispuso la clausura de la radio, y la casa quedó abandonada durante décadas: fue usurpada, vandalizada e incendiada en dos ocasiones.
En 2005, la municipalidad obtuvo por un convenio la tutela de la propiedad y en 2012 el Estado Nacional compró propiedades del complejo y las traspasó a la comuna con la intención de acondicionarlas y crear el museo.
Los especialistas en conservación patrimonial y el Ministerio de Obras Públicas trabajaron sobre la casa principal y la de los caseros. Se trata de una superficie total de 450 metros cuadrados en los que se acondicionaron fachadas, mamposterías, cielorrasos, zócalos, herrería, carpintería, mobiliario, mesadas, pinturas, vidrios y espejos y los artefactos de iluminación.
Para devolver a la casa todos los aspectos de su construcción original se realizaron tareas de investigación histórica y se recrearon con planos y impresoras 3D piezas originales, como los adoquines de madera de algarroba o las luminarias. La casa luce impoluta, recuperada a su estado original con puntillosa dedicación.