El joven tenía 20 años, se negaba a vacunarse y una infección derivada de la COVID lo condujo al peor final.
El joven Tyler Gilreath tuvo una relación con el coronavirus bastante temeraria, sobre todo, porque pensaba que vencería a la COVID si se contagiaba en Estados Unidos.
Gilreath, de 20 años, fue un estudiante de la Universidad de Carolina del Norte, en Wilmington. Esta semana su madre, Tamara Demello, brindó un desgarrador testimonio sobre su final.
Contó que su hijo tenía muerte cerebral por complicaciones del virus, y que pronto se le retiraría el soporte vital. Según Tamra, la madre, su hijo contrajo COVID el mes pasado.
“Es un shock tan devastador”, dijo la madre. “Dejará un hueco en nuestro corazón para siempre que nunca podrá ser llenado” concluyó.
Tamra Demello. Despidió a su hijo con un emotivo mensaje en las redes sociales. Foto/FB
La insistencia de una madre para que su hijo se vacuna contra el coronavirus
El estudiante estaba sano y no tenía ninguna enfermedad subyacente. Demello dijo que intentó durante el verano convencer a Gilreath de que se vacunara, pero él era “muy terco”.
“Esto fue unas dos semanas antes de que se mudara y se lo estaba pasando bien, terminando cosas y viendo amigos”, dijo Demello.
A los pocos días de llegar a Wilmington para el inicio de las clases, Tyler enfermó de coronavirus. Sin embargo, Tyler, que estudiaba informática, ni siquiera llegó al campus.
En principio quienes acompañaban a Gilreath pensaron que estaba mejorando, pero cuando la semana pasada Tyler empezó a actuar de forma errática, sus compañeros de habitación lo llevaron rápidamente al hospital.
El joven recuperó la conciencia el tiempo suficiente para ver a su familia, pero el viernes ya tenía muerte cerebral.
La madre aseguró que se consuela sabiendo que la vida de su hijo no se perdió en vano: sus órganos y tejidos ayudarán a otras 80 personas.
“Así que al menos la gente puede vivir a través de él“, dijo. “Pero es simplemente devastador el hueco que dejan en tu vida”.
“Cuando los jóvenes tienen 20 años, no puedes obligarles a hacer lo que ya no quieren hacer“, dijo Demello en una entrevista on The News & Observer. “Puedes engatusar, puedes amenazar. No puedo cogerlo físicamente y meterlo en el coche para que se vacune“.
Finalmente, Gilreath aceptó, justo a tiempo para el 60º cumpleaños de su madre, el 30 de agosto. Le dijo que se vacunaría una vez que llegara a la Universidad de Carolina del Norte donde cursaría el segundo año y planeaba especializarse en informática.
Pelea de antivacunas en Italia. Una peligrosa tendencia que crece en todo el mundo. Foto/Archivo
Pero todo falló. Pocos días después se confirmó la enfermedad, dio positivo en la prueba del coronavirus alrededor del 20 de agosto. Finalmente el 27 de septiembre, tras pasar tres semanas de grave estado, Gilreath murió.
Mientras estaba enfermo, desarrolló una infección en los senos nasales que se abrió paso hasta su cavidad craneal. Finalmente, el cerebro se inflamó. El 26 de septiembre, los médicos confirmaron que no iba a sobrevivir y, un día después, le retiraron el soporte vital.
El mensaje de la madre del joven que no se quiso vacunar
Mi increíble hijo, Tyler Gilreath, perdió su batalla contra una infección cerebral que se desató tras contraer una infección sinusal que se trasladó a su cerebro. La infección de los senos nasales fue el resultado de Covid que contrajo 3 días después de trasladarse a UNC Wilmington”, escribió Tamra en Facebook.
Agregó que su hijo “seguirá viviendo en mi corazón y a través de esos receptores. Sé que está con Dios, pero el hueco que deja en mi vida nunca desaparecerá. Te quiero, hijo. Descansa en paz.
Demello también brindó un mensaje para los que dudan de vacunarse “simplemente no sabes cómo la COVID te va a afectar personalmente. Aunque seas fuerte y estés sano. Simplemente no lo sabemos. ¿Y cuál es el problema? Es una inyección, te la pones, puedes estar enfermo un día. ¡Ya está! Por favor, ¡hazlo!”.
“Sólo esperamos convencer a estos jóvenes que se creen invencibles, porque lo peor también les puede pasar a ellos“, dijo la madre.