Los Denver Nuggets apenas tenían siete basquetbolistas disponibles para enfrentar a Golden State cuando la liga exige un mínimo de ocho.
El entrenador de los Denver Nuggets, Michael Malone, dio positivo por COVID-19 y fue aislado respetando los protocolos sanitarios al igual que varios jugadores y coaches del plantel. Mientras una nueva ola de coronavirus sigue afectando al mundo, y en este caso al deporte, es el equipo de Facundo Campazzo el que sufre los inconvenientes y la incertidumbre que genera este tipo de situación.
Esta noche, los Nuggets debían recibir a los Golden State Warriors de Stephen Curry por una nueva jornada de la NBA y el partido por estas horas es una incógnita porque el local no completa la plantilla de 8 jugadores: le falta uno. Fue por ello que el partido tuvo que ser afectado, una situación que se viene repitiendo en las últimas semanas, en la liga más poderosa del mundo.
Según informó el medio estadounidense The Denver Post, otros dos asistentes de Malone también dieron positivo y el plan era que el encargado de dar indicaciones desde la banca fuera el coach interino David Adelman.
Sin embargo, el problema radicó en la cantidad de jugadores que tenía disponibles Denver, solo siete basquetbolistas cuando la NBA exige un mínimo de ocho. Además de Campazzo estaban Will Barton, Bol Bol, Petr Cornelie, JaMychal Green, Nikola Jokic y Davon Reed.
Los Nuggets tenían cuatro jugadores con lesiones (Aaron Gordon, Monte Morris, Vlatko Cancar y Austin Rivers) y otros tres aislados por protocolo covid: Jeff Green, Bones Hyland y Zeke Nnaji.
El caso de Malone se suma a los de Doc Rivers de Filadelfia, Frank Vogel de los Lakers, Billy Donovan de Chicago, Monty Williams de Phoenix, Chauncey Billups de Portland y Mark Daigneault de Oklahoma City, todos entrenadores con positivos de COVID y obligados a alejarse de la actividad para respetar el tiempo de cuarentena.
Esta semana, la NBA tuvo que postergar el partido entre Miami Heat y San Antonio Spurs porque el equipo de Florida vivió una situación similar a la de los Nuggets, con solo 7 jugadores disponibles.
El deporte no para en Estados Unidos
La NBA, NFL y NHL dan batalla para mantener a sus equipos compitiendo, en momentos en que las tasas de casos de covid-19 se disparan en Estados Unidos y Canadá debido a la embestida de la variante ómicron.
Hasta el miércoles, Estados Unidos registraba el promedio más alto de casos nuevos de covid desde que inició la pandemia, con un promedio en siete días de 265.427 que superó el pico anterior de 251.989, alcanzado en enero de 2021, según un rastreador administrado por la Universidad Johns Hopkins.
Pero a medida que aumenta la evidencia del surgimiento de menos casos graves con la nueva variante, las ligas deportivas administran los ajustes a sus protocolos de coronavirus para seguir protegiendo a los jugadores, el personal y los fanáticos pero manteniendo su programación siempre que los contagios en los planteles lo permiten.
Las tres grandes ligas, NBA, NFL y NHL, cambiaron las reglas de regreso para los jugadores que se reportan como positivos al covid-19.
La NFL redujo el período de aislamiento para jugadores vacunados y no vacunados de 10 a tan solo 5 días si cursan la enfermedad sin síntomas.
La NBA redujo el tiempo de cuarentena de 10 días a 6 para los asintomáticos vacunados que dan positivo. Un camino que tomó para evitar cancelaciones de juegos como la que el miércoles afectó a Miami Heat, cuando el equipo de Florida no alcanzó los ocho jugadores disponibles y cumplir con el reglamento.
Navegar por la oleada de ómicron es “desconcertante”, admitió el entrenador del Heat, Erik Spoelstra, ya que jugadores sin síntomas de la enfermedad fueron descartados de los juegos al aumentar las pruebas para detectar el virus.
“Creo que hemos llegado a un punto en el que necesitamos más información“, dijo Spoelstra. “¿Hay más casos asintomáticos? (…) ¿qué significa eso y qué ajustes podemos hacer a partir de ahí?”.
Si bien se celebra que la mayoría de los marginados del juego por covid no muestren signos graves de la enfermedad, su exclusión pone en riesgo la competitividad de las ligas. Un problema que golpea especialmente a la NFL, que transita las últimas dos semanas de temporada regular con varias plazas a los playoffs en disputa, en una liga en la que más de 500 jugadores dieron positivo en diciembre.
En medio de la ola de contagios, muchos equipos han endurecido sus reglas de distanciamiento social, volviendo a las reuniones virtuales en un intento por mantener a los jugadores saludables.
“Siento que los equipos que pueden manejar la situación de covid-19 serán los que podrán salir y entrar a los playoffs, para ser honesto”, dijo el jugador defensivo de los Colts de la NFL DeForest Buckner.
La NBA todavía está lejos de la fase decisiva, pero la incertidumbre que plantea el escenario sanitario actual también atenta contra la calidad del espectáculo.
“Es literalmente un juego de azar cada vez que haces una prueba para saber sobre quién es negativo y quién es positivo”, dijo la superestrella de Los Angeles Lakers, LeBron James.
“Solo tienes que ver quién está disponible”, para saber cuál es el presente que enfrenta un equipo, resaltó.
Los casos de coronavirus han provocado la cancelación de entrenamientos y cerca de una docena de juegos fueron pospuestos en la NBA. Números no tan alarmantes, sin embargo ha sido un gran dolor de cabeza este periodo con equipos que han tenido que arreglárselas sin entrenadores en jefe, marginados por el virus y, en algunos casos, completaron alineaciones con figuras de la liga de desarrollo.
“Por supuesto que hay una cierta cantidad de injusticia”, dijo el comisionado de la NBA, Adam Silver. “Pero la otra ventaja es que tenemos una temporada de 82 partidos y unos playoffs largos y mi sensación es que las cosas saldrán bien al final de la temporada”, acotó.