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El inesperado efecto de la sequía en la Ciudad que ya afecta a muchas casas

Grietas en paredes, suelos rotos y puertas trabadas son algunos de los signos. Especialistas aseguran que este fenómeno se acentuó en muchas zonas urbanas. Consejos.

El calor extremo que se vivió este verano y la sequía que lo acompañó dañaron, como nunca antes, paredes, puertas y pisos de casas y edificios debido a un fenómeno cada vez más común que ocurre en la superficie del suelo

Afecta las construcciones Y provoca rajaduras, deterioro y roturas. Por este motivo hay numerosas consultas a especialistas por parte de vecinos que llaman preocupados por el estado de sus viviendas.

Martín Hernández, maestro mayor de obra de la empresa Geo Construcciones, explicó la causa que se esconde detrás de este fenómeno. “Hay algo que se llama arcilla expansiva. Se encuentra debajo de las zonas urbanizadas. Esos suelos tienen capacidad de cambio de volumen cuando cambia la humedad de la superficie del suelo. Cuando llueve mucho, esa arcilla aumenta su volumen. Y cuando viene la sequía y pierde humedad, se contrae. Ese movimiento cíclico de expansión afecta las construcciones”.

La arcilla expansiva se encuentra repartida irregularmente en el suelo. Hay zonas que tienen gran cantidad de este material, otras que carecen totalmente de ella. Las viviendas construidas sobre este tipo de piso son las que más sufren los cambios de humedad y cuando hay sequía prolongada.

“Esta arcilla hace que el suelo tenga un movimiento de ascenso y descenso. Esto produce alteraciones en las estructuras. Cuando hay una sequía prolongada como la que vivimos, y la arcilla por ende se deshidrata, hace que todo el contrapiso se hunda. Y ahí es cuando vas a ver una diferencia en el zócalo del piso, que puede ser de un centímetro. Como consecuencia de este movimiento, el piso se quiebra. Lo mismo ocurre con las paredes (que se rajan) y los marcos de las puertas, que se descuadran”, explica el arquitecto Germán Zuloaga, asesor del Instituto de Estudios Urbanos del CAPBA-Distrito 1.

Rajaduras en paredes, una consecuencia del movimiento del suelo.Rajaduras en paredes, una consecuencia del movimiento del suelo.

Los especialistas cuentan que hay zonas donde se presenta en abundancia esta arcilla expansiva. “Es algo superficial. Siempre trabaja en el nivel superficial. Si esa misma arcilla está por debajo de los cinco metros, no pasa nada. Porque está lejos de la superficie; entonces el clima no lo afecta. La humedad del suelo se mantiene constante al metro de profundidad. Por eso no es un problemas de las napas, que están a más de cinco metros de profundidad”, dice Hernández.

Las viviendas más afectadas

No todas las construcción sufren por igual cuando este tipo de suelo se mueve. Suelen ser las casas antiguas o mal construidas, las que terminan dañadas cuando hay sequía extrema y la arcilla se contrae.

“En aquellas casas que tienen un cerramiento con rejas al frente, y no tiene dintel, en esas se mueve la puerta, se abre y no se puede cerrar. O se traban y no se pueden abrir”, comenta Zuloaga.

Este fenómeno evidencia fallas estructurales en algunas viviendas. “En las construcciones de antigua data, la gente hacía los cimientos en función de lo que había hecho el vecino, entonces hay errores técnicos sin tener la composición del suelo correcta”, agrega el arquitecto.

Un fenómeno cada vez más común

El cambio climático está cambiando el dinamismo de este tipo de suelo que se acentúa con las temperaturas extremas y la sequía prolongada. “Ahora está pasando que en muchas zonas se producen rajaduras en los pisos y fisuras en las mamposterías. En especial en lugares donde no hicieron un estudio de suelo apropiado, el cual puede prevenir este movimiento”, dice Zuloaga, que además asegura que tipo de daños en las viviendas “claramente se acentuó”.

Cada vez hay más consultas debido a esto. Claudio, que dedica a reparar roturas en paredes y puertas, cuenta que “este año se vio mucho movimiento de estructuras en las puertas de calle. Mucho más que otros años”.

“Recibí muchos llamados de personas que tuvieron este problema. De puertas que se traban o no cierran. Tuve un caso de una puerta que por los movimientos en los cimientos se subió de tal manera que se clavó en el marco y no se podía abrir. También vi muchas paredes rajadas y suelos rotos por el mismo movimiento del suelo. Hubo muchísimos casos por el tema de la sequía. En mi casa apareció de la nada una rajadura en la pared. Con la sequía fue mucho peor”.

Soluciones

Hay respuestas estructurales para mitigar ese comportamiento del suelo. Hernández explica hay que hacer estudios del suelo apropiados y que “la fundación esté apoyada por debajo del metro y medio de profundidad”.

“Siempre recomendamos colocar una plancha telgopor de dos pulgadas, y hacer veredas perimetrales. Esos son recaudos y cuidados cuando hay presencia de arcilla expansiva”.

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