En un discurso ante sus pares, el canciller pidió que se promuevan acuerdos voluntarios sobre las patentes de las vacunas.
En su discurso en la reunión de Cancilleres de los países del G-20, en Italia, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, llamó a “fortalecer la cooperación y la solidaridad internacional para lograr una recuperación inclusiva y sostenible post-COVID-19”.
En su discurso en la ciudad italiana de Matera -declarada como patrimonio de la Humanidad por sus casas rupestres excavadas en la roca y azotada este martes por una ola de calor asfixiante- Solá convocó a los países del Grupo a “redoblar los esfuerzos para garantizar la vacunación masiva en todo el mundo, y promover acuerdos voluntarios de licencias, que permitan las transferencias de conocimientos y tecnologías necesarias para producir las vacunas en todos los continentes”.
En sus palabras pronunciadas en el Palazzo Lanfranchi, uno de los edificios históricos de esa ciudad de la región de la Basilicata, al sur de la península, Solá pidió que se movilicen “los recursos financieros necesarios para desarrollar y fortalecer las infraestructuras sanitarias críticas, especialmente en países en desarrollo”.
“Necesitamos un plan de crecimiento mundial consensuado que contemple intervenciones monetarias y fiscales coordinadas para evitar una recuperación desigual y desequilibrada, y que garantice un futuro con mayor equidad”, sostuvo Solá ante sus pares en el encuentro convocado como preparación de la cumbre de Jefes de Estado del G-20 que se realizará este año también en Italia.
En su discurso, Solá también agregó: “Tenemos la oportunidad de crear una economía mejor, que genere menos carbono, menos desigualdad, y que proporcione acceso digital y a las nuevas tecnologías para todos. El G20 debe contribuir a ello, a través de acciones políticas concretas y compartidas”.
A la cumbre, la primera presencial tras un año y medio de pandemia, asistieron un centenar de delegaciones, organizaciones e instituciones internacionales, así como representantes de África, continente gravemente azotado por la pobreza y la propagación del virus. En rigor, la Cumbre está dedicada a tratar las consecuencias sanitarias y socioeconómicas de la pandemia en el continente africano.