En el quinto mes del año, los sueldos registrados aumentaron 1,2%, mientras la suba promedio de los precios fue del 3,3%.
En mayo, los sueldos formales o registrados, con aportes a la Seguridad Social, perdieron frente a la inflación: aumentaron el 1,2% mientras la suba promedio de los precios fue del 3,3%.
Aún así, por las mejoras de los meses anteriores, entre enero y mayo de este año los salarios acumulan un alza del 21,8%, mientras la inflación fue del 21,5%.
No obstante, una mirada más amplia indica que en los últimos 12 meses, los sueldos registrados acumulan una alza del 42,8% versus una inflación interanual del 48,8%.
Esa diferencia de 6 puntos implica un retroceso salarial del 4% frente al incremento de los precios que se suma a las pérdidas que se acumularon desde 2018 en adelante.
Los datos de salarios corresponden al RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) que a mayo sumaron en promedio $ 81.464.51 brutos, según el informe del Ministerio de Trabajo en base a las declaradas de las empresas ante la Seguridad Social. Un año atrás, el sueldo promedio era de $ 57.057.90 Por tratarse del sueldo bruto, a los $ 81.464,51 habría que descontar el aporte de jubilación y salud del trabajador (17%) lo que da $ 67.615,54 de “sueldo de bolsillo”.
El RIPTE se calcula en base a la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores bajo relación de dependencia y que fueron declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
Se descuenta que los salarios formales en junio podrían superar a la inflación por la reapertura de varias paritarias (caso Bancarios o Edificios de Renta) y por las nuevas paritarias que acordaron aumentos en cuotas a tono con las nuevas proyecciones de inflación.
El balance salarial marca que, con unos 300.000 asalariados formales menos, la pérdida salarial acumulada de los últimos 3 años fue de casi el 18%.
• En 2018, el RIPTE aumentó el 30,6% y la inflación interanual fue del 47,6%. Una pérdida del 11,5%.
• En 2019, la suba salarial fue del 44,4% y la inflación del 53,8%. Una pérdida del 6,1% • En 2020, los salarios subieron 34,9% y los precios el 36,1%. Un retroceso del 0,8%.
Como índice salarial, el RIPTE se utiliza cada tres meses para fijar la mitad del porcentaje de movilidad de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
También para actualizar una vez por año el Mínimo No Imponible del impuesto a las Ganancias y para actualizar una vez por año el “piso” salarial de $150.000 bruto de Ganancias para quedar exento del pago de ese impuesto.