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Enojado, el contador Víctor Manzanares explotó contra los Kirchner y se considera un “muerto civil”

El lunes debe declarar en un caso vinculado a la causa Cuadernos. “Cristina recuperó sus empresas, y yo que estuve preso por firmar sus balances no puedo trabajar”, se queja.

Es explosivo en el tono que otorga a las palabras, no esconde su enojo, se autodefine como un “muerto civil” y su réplica apunta a quienes fueron su benefactores: la familia Kirchner. El contador Víctor Manzanares volvió a Buenos Aires después de mucho tiempo y una vez más deberá ingresar a Comodoro Py para declarar como arrepentido. Durante estos días, en su descargo frente a su círculo más íntimo, fue reiterativo: “Cristina y sus hijos recuperaron el manejo de los hoteles, de Los Sauces, y yo que estuve preso por firmar los balances de ellos y no puedo ni trabajar ni recuperar mi estudio”.

Por un tiempo el ex contador de los Kirchner se entretuvo estudiando historia. Sólo fue durante una temporada. Con el correr de los meses, su readaptación a Río Gallegos no fue sencilla, su vida social quedó muy reducida. Eventualmente comparte una mesa de café con unos pocos amigos, pero nada tiene la habitualidad de la época previa a sus complicaciones judiciales.

Su vida diaria se circunscribe a la agenda de sus hijos y a todo lo que implica mantener la propiedad en la que vive junto a su esposa. Por primera vez en décadas, Víctor Manzanares no trabaja, no ejerce la profesión que supo compartir con su padre, quien fundó el estudio contable que fue la génesis de su relación con los Kirchner, pero también el lugar donde irrumpieron las fuerzas federales para secuestrar toda la documentación, y como un fin de ciclo, fue allí donde la Policía Federal -por orden del fallecido juez Claudio Bonadio-, lo arrestó en junio de 2017.

Hace más de un año y medio decidió que nunca más volvería a ejercer su profesión y ordenó cerrar el estudio que fue el domicilio fiscal de la inmobiliaria Los Sauces, propiedad de la ex presidenta y sus hijos Máximo y Florencia Kirchner. La determinación la adoptó, confiesa, obligado por las circunstancias: no logró tener una cartera de clientes desde que regresó al Sur. Eso fue después de convertirse en arrepentido en la causa de los Cuadernos de las Coimas, donde colaboró con datos claves para reconstruir el circuito de lavado de activos que encabezó Daniel Muñoz, ex secretario de Néstor Kirchner.

“Soy un muerto civil”, repite Manzanares cuando describe su situación actual. Lo dice con un manifiesto enojo, y se explaya al fundamentar su expresión: “no puedo firmar ni un solo balance, no puedo tener una cartera de clientes porque quién me va a emplear, no puedo ejercer mi profesión y tuve que cerrar mi estudio”.

Ante un reducido círculo, amplió su descargo y por primera vez su enojo se direccionó hacia la familia Kirchner. “Cristina Kirchner y sus hijos recuperaron sus hoteles, el manejo de la inmobiliaria y yo fui preso por firmar los balances de las empresas, y yo que estoy acusado como supuesto organizador no puedo ni tener mi estudio contable”.

Víctor Manzanares, que estuvo preso más de dos años, que según contó estuvo también más de 30 días en una sede policial después de arrepentirse con un reflector apuntándole las 24 horas, nunca había sido explícito en sus diferencias con la vicepresidenta.

La devolución del manejo de la empresa y de los hoteles investigados por lavado de dinero por parte de dos jueces del Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5), Daniel Obligado y Adrián Grunberg, le molestó al ex contador de ambas compañías.

No sólo perdió todo tipo de diálogo con Cristina, Máximo y Florencia Kirchner, sino que el malestar de la situación judicial fue incrementándose en el último tiempo. “Ellos pueden declarar fortunas millonarias, y yo sigo inhibido en todas mis cuentas, desapoderado de mis propiedades, sin poder trabajar”, explicó en la misma conversación. Sus palabras hacían referencias a la declaración de bienes de Máximo Kirchner por más de 400 millones de pesos, quien logró sumar en un año 100 millones a su patrimonio.

Los abogados defensores de Manzanares, Roberto Herrera y Alejandro Baldini, suman otro punto al descargo del ex contador: “hubo un pedido de decomiso anticipado de sus propiedades, pero logramos frenarlo en la justicia. Si no, no tendría ni la casa en la que vive ahora”.

Observa con atención la suerte que otros compañeros de causa tuvieron y siente que su situación es asimétrica, y sus defensores no le restan importancia a su rol de arrepentido, como si todo ese devenir de decisiones fueran una suerte de “castigo por haber colaborado con la justicia”.

En la exposición de sus argumentos, también comentó recientemente que otros empresarios continúan frente a sus compañías (sin mencionarlo sus interlocutores comprendieron que ese listado incluía a Cristóbal López), que pudieron recuperarlas y que siguen con sus negocios generando ingresos, y “yo sigo sin poder trabajar y no me quedé con un peso de nadie”, enfatiza.

Con ese telón de fondo, el lunes al mediodía Víctor “Polo” Manzanares volverá a Comodoro Py. El 29 de diciembre pasado le llegó la citación a indagatoria por parte del juez Julián Ercolini, que subroga el juzgado que perteneció a Bonadio.

Sus abogados defensores lograron que no declare como imputado en dicho expediente, que aún sigue en instrucción vinculado al caso Cuadernos. Como en la causa principal y otras conexas Manzanares fue considerado como arrepentido, Herrera y Baldini solicitaron al juez que en vez de la citación a indagatoria le conceda una audiencia con el fiscal Carlos Stornelli para ampliar su confesión como arrepentido.

De esa manera los abogados evitarán una combinación que podría complicarlo a futuro, de cara a un juicio oral: ser imputado colaborador en un conjunto de hechos, y procesado sin los beneficios que la ley le otorga, en otros.

El ex contador de los Kirchner volverá a encontrarse cara a cara con el fiscal que le firmó su confesión como arrepentido hace cuatro años. ¿Qué dirá? Reafirmará lo ya expresado, pero queda una puerta abierta y la pregunta es: ¿aportará más datos sobre los negocios de la familia Kirchner?

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