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Este es el mundo que nos están dejando

“No permitiremos que el mundo mire hacia otro lado”.

Algunos de los principales científicos del mundo especialista en cambio climático han confirmado que los seres humanos están causando cambios irreversibles a nuestro planeta y que las condiciones meteorológicas extremas serán cada vez más graves.

Esta noticia es “un semáforo rojo para la humanidad”, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas.

Lo es —pero los jóvenes como nosotros llevamos años haciendo sonar esta alarma.

Sólo que ustedes no nos han escuchado.

Un cartel se ve en el suelo durante una protesta climática de la Rebelión de la Extinción, en Londres, Gran Bretaña el 27 de agosto de 2021. Foto REUTERS/May James.

Un cartel se ve en el suelo durante una protesta climática de la Rebelión de la Extinción, en Londres, Gran Bretaña el 27 de agosto de 2021. Foto REUTERS/May James.

El 20 de agosto del 2018, una niña realizó una protesta solitaria afuera del Parlamento sueco, anticipando quedarse tres semanas.

La semana pasada se cumplieron tres años de la huelga de Greta Thunberg.

 Incluso antes, jóvenes valientes de todo el mundo habían alzado la voz en sus comunidades sobre la crisis climática.

Y hoy, millones de niños y jóvenes se han unido en un movimiento con una sola voz, exigiendo que quienes toman decisiones hagan la labor necesaria para salvar a nuestro planeta de las olas de calor sin precedentes, las inundaciones masivas y los inmensos incendios forestales que estamos presenciando cada vez más.

Nuestra protesta no terminará hasta que cese la inacción.

Para los niños y los jóvenes, el cambio climático es la amenaza número uno para nuestro futuro.

Nosotros tendremos que limpiar el lío hecho por los adultos, y somos los que tenemos más probabilidades de sufrir ahora.

Los niños son más vulnerables que los adultos a los peligrosos fenómenos meteorológicos, las enfermedades y otros daños ocasionados por el cambio climático, razón por la cual un nuevo análisis que la Unicef dio a conocer este mes es tan importante.

El Índice de Riesgo Climático para la Infancia ofrece el primer panorama exhaustivo sobre dónde y cómo afecta a los niños esta crisis.

Clasifica a los países con base en la exposición de los niños a las crisis climáticas y medioambientales, así como su vulnerabilidad subyacente a esas crisis.

El informe arroja que casi todos los niños del planeta están expuestos al menos a un peligro climático o medioambiental en este momento.

Una impresionante cantidad de 850 millones, alrededor de una tercera parte de todos los niños del mundo, están expuestos a cuatro o más peligros climáticos o medioambientales, como olas de calor, ciclones, contaminación del aire, inundaciones o escasez de agua.

Mil millones de niños, casi la mitad de los niños del mundo, viven en países de “riesgo extremadamente alto”, reportan los investigadores de Unicef.

Este es el mundo que nos están dejado.

Pero aún estamos a tiempo de cambiar nuestro futuro climático.

Nuestro movimiento de jóvenes activistas sigue creciendo alrededor del mundo.

En Bangladesh, Tahsin Uddin, de 23 años, vio los impactos del cambio climático en su aldea y otras áreas costeras, y se sintió motivado a actuar.

Uddin creó una red de jóvenes periodistas y educadores para difundir la concientización, mientras también organiza actividades de limpieza de vías fluviales llenas de contaminación de desechos plásticos.

En Filipinas, Mitzi Jonelle Tan, de 23 años, tuvo que hacer la tarea a la luz de las velas mientras afuera los tifones causaban estragos y arruinaban la red eléctrica de su comunidad.

Nos contó que hubo momentos en los que temió ahogarse en su propia recámara cuando comenzó a inundarse.

Ahora lidera a los jóvenes de su país para responder a las secuelas de esos tifones y otros peligros mediante el reparto de alimentos, agua, ropa y apoyo a las comunidades más afectadas.

En Zimbabue, a Nkosi Nyathi, de 18 años, le preocupa una potencial crisis alimentaria si continúan los patrones climáticos.

Las olas de calor han hecho que la escuela sea un reto para él y sus compañeros.

Ahora habla ante líderes mundiales para exigir que se incluya a jóvenes en las decisiones que afectan su futuro.

El objetivo fundamental de los adultos en cualquier sociedad es proteger a sus jóvenes y hacer todo lo posible para dejar un mundo mejor que el que heredaron.

La actual generación de adultos, y las anteriores, están fracasando a escala mundial.

Muchos países que corren el mayor riesgo son naciones más pobres del sur del mundo, y es allí donde la gente verá el mayor impacto, a pesar de ser quienes menos contribuyen al problema.

No permitiremos que los países industrializados eludan su responsabilidad por el sufrimiento de niños en otras partes del mundo.

Los gobiernos, la industria y el resto de la comunidad internacional deben trabajar juntos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como 195 naciones se comprometieron en el 2015 a hacerlo en el Acuerdo de París Sobre el Cambio Climático.

Faltan menos de 100 días para la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, en Glasgow, Escocia.

Los científicos climáticos del mundo han dejado claro que este es el momento de actuar con urgencia.

Estamos en una crisis de crisis.

Una crisis de contaminación.

Una crisis climática.

Una crisis de los derechos de los niños.

No permitiremos que el mundo desvíe la vista.

Los autores son activistas jóvenes del clima de Suecia, México, Bangladesh y Kenia, y trabajan con el movimiento Fridays For Future, liderado por jóvenes internacionales. Escribieron el prólogo para el Índice de Riesgo Climático para la Infancia. Envíe comentarios a intelligence@nytimes.com.

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