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Hepatitis C en el país: el 55 % tarda diez años en ser diagnosticado

Las cifras se desprenden de un sondeo realizado recientemente. La importancia de la detección precoz.

Mientras desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) postulan este año como lema que “la hepatitis no puede esperar” con miras a erradicar la enfermedad de aquí a 2030, a local nivel un sondeo de la Asociación Civil Buena Vida advierte que más de la mitad de los argentinos con hepatitis C tardaron al menos diez años en ser diagnosticados.

Y es que en el Día Mundial contra la Hepatitis muchas son las iniciativas que tanto a nivel global como nacional buscan alertar sobre lo silenciosa que puede ser esta enfermedad y la consecuente necesidad de detectarla lo más precozmente posible. De hecho, la Alianza Mundial contra la Hepatitis subrayó que una persona fallece cada 30 segundos en el mundo por causas vinculadas a las hepatitis virales.

“Hepatitis viral: la otra pandemia de la que nos tenemos que ocupar” es otra de las consignas, promovida por la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), desde donde se hace hincapié en fomentar métodos para diagnosticar la enfermedad ya que, según sus datos, el 50 por ciento de las personas que tienen hepatitis no está al tanto.

Un simple análisis de sangre puede detectar la presencia del virus. Foto Shutterstock.

Un simple análisis de sangre puede detectar la presencia del virus. Foto Shutterstock.

Recordemos que la hepatitis es una inflamación del hígado que puede evolucionar lentamente a una enfermedad hepática grave, como cirrosis o cáncer de hígado. Se estima que a nivel local alrededor del uno por ciento de la población padece hepatitis C (pero recordemos que la mitad no lo sabe), mientras que entre un 0.7 y un 0.8 padece la B.

“La problemática de las hepatitis virales, principalmente las que se hacen crónicas, que son las B y C; pueden derivar en cirrosis, que pueden presentar complicaciones muy graves, hepatocarcinomas, muchas veces se necesita un trasplante o el paciente directamente fallece ”, explica a Clarín Omar Galdame, presidente de la SAHE.

Por eso, tanto desde la SAHE como desde la Asociación Civil Buena Vida remarcan la necesidad de ampliar los mecanismos de detección para poder tratarla a tiempo. En este sentido, y con el fin de concientizar al respecto, la citada asociación difundió una encuesta que dimensiona la problemática del subdiagnóstico a nivel local.

El sondeo, denominado “Hepatitis C. El camino a la cura”, que cuenta con el auspicio de la SAHE y del Programa Nacional de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud, indica que el 55,6% de los argentinos con hepatitis C tardaron más de una década en ser diagnosticados.

Hepatitis C

Otro dato interesante que arroja la encuesta, basada en 301 casos, es que la mayoría de ellos se topó con el diagnóstico de forma accidental : un hallazgo fortuito en un control de rutina (36%), tras una consulta médica por síntomas no vinculados a la hepatitis (26%), al intentar donar sangre (20,2%) o participar de campañas gratuitas de detección en la vía pública (6,5%).

Además del diagnóstico temprano, los especialistas indican que la concientización de la población es fundamental: el mismo sondeo indica que el 87,2% del total de los pacientes tratados o en tratamiento demoraron más de un año entre el diagnóstico y el acceso a la medicación .

Al explicar las causas, el 28,2% respondió que “no le dolía nada”; el 21% creyó -erróneamente- que “el tratamiento generaba muchos efectos adversos”; el 17,3% no sabía que la hepatitis C tuviera cura ”; el 8% asumía que iba a tener que pagar por las drogas; el 7% consideraba que no lograría que le dieran los medicamentos y el 6% no podía descuidar el trabajo o el hogar.

En este sentido, Galdame aclara: “Hace veinte años los tratamientos eran muy difíciles, con muchos efectos adversos y curaban a muy pocas personas. Hoy en día, con las nuevas drogas disponibles que hay en la Argentina, desde el 2020 uno puede curar la hepatitis C en entre 8 a 12 semanas, independientemente de si es leve, moderado o grave, las chances de curación son altísimas ”, resalta .

En Argentina, las vacunas contra la hepatitis A y B están en el calendario nacional. Foto Shutterstock.

En Argentina, las vacunas contra la hepatitis A y B están en el calendario nacional. Foto Shutterstock.

Y agrega: “La falta de diagnóstico es un problema mundial, hoy con todas las herramientas de diagnóstico rápido debería haber un trabajo mancomunado tanto de la sociedad civil, como de la sociedad científica y del Ministerio de Salud, para diagnosticar a todos los pacientes que todavía no saben que tienen la enfermedad ”, explica.

Por eso, el presidente de la SAHE subraya  la necesidad de que en los análisis de rutina se incluya este ítem.​

En esta dirección, varias son las líneas que se están ponderando para poder lograrlo: “Se está trabajando en un concepto que se llama micro eliminación, tratando de detectar poblaciones vulnerables, como personas que están en prisión, inmigrantes que llegan de otros países, y detectarlos para tratarlos ”.

Por otro lado, quieren ampliar la base de médicos de atención primaria que puedan tratarla, consultando con un hepatólogo que puede supervisarlos, en lo que se denomina “tratamiento simplificado”: ​​“Estamos preconizando desde el año pasado este tipo de tratamiento, dado que para lograr erradicarla se deben implementar formas de hacer el diagnóstico simple en dos o tres pasos, y que el paciente empiece el tratamiento y vuelva cuando lo termine ”, propone.

Si bien el tratamiento para la Hepatitis C es costoso, está contemplado que el Ministerio de Salud lo provea.

Formas de contagio y vacunas

“La hepatitis C que puede ser la más compleja, se transmite por sangre o productos derivados de la sangre, procedimientos de invasiones vasculares de los pacientes, de transmisión sexual o intravenosa”, explica Galdame.

“En el caso de la hepatitis B, se contagia de modo predominantemente sexual, es un virus altamente infeccioso, mas que el HIV, y puede vivir en sangre seca una semana. O sea, si alguien no esterilizó bien un elemento y otra persona lo toca se puede contagiar. La buena noticia es que hay vacuna sintética, que no tiene el virus, y es efectiva en un 95 por ciento ”.

El profesional expone que el otro tipo de hepatitis que cuenta con una vacuna es la A, y que ambas están en el calendario nacional. “Se vacuna a todos los niños, lo que hizo que se erradique la hepatitis A grave en la infancia. Respecto a la hepatitis B, que puede ser crónica, afortunadamente hay una vacuna altamente efectiva, obligatoria y universal, que no requiere orden ”, destaca.

Y aclara: “Para la hepatitis B no hay cura pero sí tratamientos muy efectivos que son de por vida. De la C no tenemos vacuna pero tenemos tratamiento que puede curarla”, cierra.

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