La arena se utiliza en el fracking que realizan las petroleras. Estará en Río Negro, para aprovechar la cercanía con el megayacimiento.
La formación de gas y petróleo no convencional Vaca Muerta puede ser un imán para industrias relacionadas. Es el caso de NRG, una empresa local que se fondeó en Canadá. La compañía inauguró este miércoles una planta de procesamiento de arena en el parque industrial Norte de Allen, en Río Negro.
Aunque la mayor parte de la superficie de Vaca Muerta todavía no se encuentra explotada, las empresas que ya están operando vienen anotando récords de producción en shale oil y shale o tight gas. La arena es un componente fundamental en el proceso denominado “fracking”, que es la fractura que se hace para obtener petróleo y gas no convencional.
NRG espera producir entre 700.000 y 800.000 toneladas anuales de arena, con una inversión de US$ 200 millones en una planta propia. Posee sus canteras en Entre Ríos y Río Negro. De allí, trasladan arena en camiones propios a esta planta de procesamiento.
César Guercio es el CEO de NRG. Trabajó en la banca privada y en Schlumberger, una de las gigantes de servicios petroleros en todo el mundo. De esa forma, obtuvo el bagaje técnico sobre la industria energética, pero también los contactos para conseguir los millones necesarios. La inversión que está llevando adelante obtuvo financiamiento canadiense. En ese país, hay altos desarrollos mineros y petroleros.
El “fracking” es el proceso de fractura hidráulica en la que se inyecta una mezcla de arena, agua y químicos a alta presión. De esa forma, se perforan las formaciones que tienen petróleo y gas, y se logra que salgan a la superficie. Su práctica resultó polémica en los inicios, pero hay localidades que ya la incorporaron y entienden el proceso.
La arena estimula los pozos y va generando caminos que permiten que los recursos energéticos vayan fluyendo, mientras mantienen abiertas las fracturas creadas en la estimulación. Es una arena especialmente tratada, con componentes especiales (tiene más granos de sílice de cuarzo que una arena de playa, por ejemplo).
“Todas las petroleras saben que una proyecto de arena es un complemento ideal para sus operaciones”, explica. NRG suele instalarse tan cerca de los pozos como pueda, para abastecer a sus clientes con rapidez. Entre ellos, está Tecpetrol, en Fortín de Piedra, una concesión de gas que estuvo entre las más productivas desde 2018.
NRG cuenta con 100 camiones a GNC propios. Eso la habilita a dar “servicios de transporte de última milla”. Eso quiere decir que sus vehículos están adaptados con tolvas especiales para carga y descarga de la arena, más un manejo en locación (de las concesiones) a través de silos móviles. De esa forma, a las petroleras les llega este servicio hasta los mismos pozos.
“Desarrollamos una suerte de constructora ‘in house’, porque había cosas que queríamos hacer en la planta en las que no había experiencia previa. Por eso, nuestra propia constructora nos permitió hacer la planta que queríamos”, detalla Guercio.
El desarrollo de la arena para fracking pasó por distintos momentos. En los comienzos, había pocos proveedores, se necesitaban importaciones y las empresas locales no estaban preparadas. Pero ahora hay más actividad y la competencia es por ofrecer un mejor producto.
Los costos del “fracking” vienen bajando -tanto en los Estados Unidos como en Argentina- y las petroleras eligen entre distintas propuestas. En NRG dicen que su producto tiene ventajas en cuanto al lavado (de los tubos por los que se extraen petróleo y gas) y reutilización de agua.
En el fracking, las fracturas se dejan abiertas para que no se cierren los poros de los que salen gas y petróleo. La industria considera clave que la arena -una suerte de agente de sostén- sea dura y resistente al aplastamiento de las propias máquinas que allí se mueven. Cuanto más tiempo aguante la arena, se considera que es de mejor rendimiento.
En la planta se crearon 700 empleos entre la obra y la producción, en un predio que posee 140 hectáreas. “Tenemos 3500 hectáreas de canteras, con cercanía a las concesiones petroleras de la cuenca neuquina, con la posibilidad de extraer y procesar el material íntegramente dentro de Río Negro”.
NRG está trabajando también en la “arena del futuro”. Es un agente sintético, que reuniría los mismos beneficios, pero con otro origen.