La especie vivió hace 150 millones de años y fue “’enlace” entre los animales del mesozoico y los peces modernos
Un equipo de investigadores del Conicet La Plata se puede jactar de un hecho inusual: en medio del desértico paisaje de Vaca Muerta ‘pescaron’ un animal de casi dos metros de largo. El detalle es que no lo sacaron del agua, sino de la tierra.
Se trata del fósil de una nueva especie acuática, bautizada Kaykay lafken, que vivió hace 150 millones de años y que puede ser clave para entender mejor la fauna acuática que existía cuando la gran reserva gasífera nacional estaba bajo el agua.
Quienes lo encontraron fueron la paleontóloga Soledad Gouiric-Cavalli, de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM, UNLP) y del Conicet, y su colega Gloria Arratia, del Instituto de Biodiversidad de la Universidad de Kansas, Estados Unidos.
Ambas profesionales se dedicaron a estudiar restos fósiles encontrados en la formación geológica de Vaca Muerta, en la Cuenca Neuquina. Fue un trabajo minucioso, que se cotejó con otros ejemplares similares en Alemania, y que permitieron corroborar que tenían el hallazgo de una especie nueva.
Kaykay lafken fue un pez carnívoro, de una longitud total superior a los dos metros, que habitó la Patagonia argentina durante el Jurásico superior, hace alrededor de 150 millones de años. Tenía aletas pectorales en forma de guadaña, escamas muy pequeñas y delgadas
“Por su forma, tamaño y tipo de nado podría decirse que era similar a algunos peces teleósteos actuales, como los atunes, o los peces vela y espada”, explican sus descubridores.
El hallazgo puede ser clave para entender la evolución de los peces ya que el Kaykay es un ejemplar “transicional”. Esto significa que es una especie intermedia entre los primeros grupos del mesozoico (los holósteos, que vivieron hace 251 millones de años) y los peces modernos que actualmente pueblan los ríos y mares.
“Uno de los puntos de interés que tiene el trabajo es que pone de relieve la importancia de la Formación Vaca Muerta para la paleoictiología, es decir el estudio de los peces fósiles, por su importante contenido fosilífero y porque la preservación allí es tanto o más exquisita que en algunas regiones del hemisferio Norte”, resaltó Gouiric-Cavalli.
Según explicó la investigadora, el estudio de estos peces fósiles recién ahora comienza a desarrollarse en la región. “En Argentina recién ahora se están empezando a analizar más en detalle los materiales existentes y a realizarse campañas paleontológicas con el foco puesto en la colecta de peces”, comenta.
“La realidad es que cualquier estudio de peces fósiles en Argentina y la Antártida es muy valioso porque los peces fósiles del hemisferio sur son prácticamente desconocidos en comparación con los del hemisferio norte ya que la investigación en nuestra región está en pleno desarrollo”, sostuvo.
“De hecho, el estudio que presentamos es el primero en el que se describen varios ejemplares para este grupo de peces, todos muy bien preservados e incluso algunos en tres dimensiones”, agrega.
El nombre Kaykay lafken nace de combinar dos elementos de la cultura mapuche. Por un lado la leyenda de kaykay filu, una serpiente marina que tenía el poder de dominar las aguas. Y por el otro lado lafken, que significa mar.
“Todos los peces que hemos nominado intentamos que lleven nombres relativos a las comunidades que habitan o habitaron los sitios donde se encontraron”, explica la paleontóloga a Clarín.
El trabajo del hallazgo comenzó durante la tesis doctoral de Gouiric-Cavalli y atravesó todo el período de la pandemia. Allí debieron revisar toda la filogenia de las especies parientes del Kaykay. A partir de una serie de rasgos muy particulares, como huesos suborbitales, de la boca, la mandíbula y la región posterior del cráneo, confirmaron que se trataba de una nueva especie.
“Esta es la primera reconstrucción de un pez para la Formación Vaca Muerta“, agregó. El hallazgo fue publicado en la revista científica Journal of Systematic Palaeontology.
Las investigadoras pudieron confirmar que además se trataba de un pez carnívoro. Es que mientras analizaban los restos del kaykay, descubrieron que en su estómago todavía se encontraban los restos de otro pez que fue su alimento.