El ministro de Economía se juega todo para conseguir resultados antes de las PASO, tras el repunte del índice en enero. También sería inminente el anuncio del “repo”, es decir préstamos de bancos internacionales para fortalecer el programa de recompra de deuda
La euforia de las acciones argentinas junto a la baja del riesgo país contrastó con señales muy preocupantes en el cierre de enero: el dólar libre trepó 12% en el mes hasta rozar los USD 390, la inflación repuntó por segundo mes consecutivo (analistas la estiman en torno a 5,5%) y la economía muestra más señales de estancamiento. El panorama complica al Gobierno, que precisa casi con desesperación la recuperación del salario para llegar con chance a las elecciones presidenciales.
Sergio Massa se juega a todo o nada en los próximos tres meses. En ese corto periodo tiene que demostrar logros que vayan más allá de cumplir con el FMI, la mejora del nivel de reservas o la recuperación de los bonos. Además, está urgido por conseguir resultados que sean “palpables” para la gente. Haber alejado el fantasma de una hiperinflación a los pocos meses de haber asumido en el ministerio de Economía ya no es suficiente.
Único potable
Aunque él sigue sosteniendo que no tiene aspiraciones electorales, en buena parte de Frente de Todos lo consideran el único candidato potable para pelear la presidencia. Pero sus chances dependen de dos factores principales: lograr una baja sensible de la inflación y mantener a flote la actividad. Sería un verdadero milagro que un ministro de Economía logre ganar una elección con una economía atravesando una aguda estanflación.
El lunes la CNV arremeterá contra una serie de “cuevas” y casas de Bolsa por las operaciones de compra de bonos previo al anuncio de recompra de deuda. Se trata de movimientos por montos inusualmente altos, imposibles de justificar. Se habla de algunos “peces gordos” que deberán dar explicaciones ante la Unidad de Información Financiera
La promesa que repite una y otra vez es que en abril la inflación arrancará en “3 y pico”, algo que parece lejano luego del nuevo repunte de los precios en enero. En el palacio de Hacienda atribuyen el rebote a “factores estacionales: gastronomía y hoteles (por el verano), junto a un repunte de productos frescos, a los que se podría sumar la carne.
No queda otra que ir a fondo y rápido para lograr resultados. Por eso, esta misma semana se anunciará un relanzamiento total de Precios Justos, que en esta nueva versión arrancará en los primeros días de febrero hasta fin de junio.
Más amplio
El congelamiento de precios será en esta ocasión infinitamente más amplio. En Economía prometen que serán más de 70.000 productos lo que participen del programa. En algunos casos será con congelamientos y en otros con pautas de aumento mensual descendente desde el 4% al 3%. Incluirá productos de supermercado, pero también de rubros totalmente diferentes desde medicamentos hasta celulares, pasando por indumentaria y calzado.
El nuevo repunte de la inflación de enero, precipitó el relanzamiento de Precios Justos, que originalmente llegaría hasta marzo. Ahora el programa tendrá vigencia desde febrero y se extenderá hasta junio, pero abarcando a casi todos los rubros de la economía
Aunque nadie espera que la inflación vaya a bajar repentinamente por una nueva versión del congelamiento de precios (método con décadas de fracasos), el objetivo es conseguir resultados de corto plazo. Al menos que alcance para cumplir con la promesa de bajarla a menos de 4% en abril. Con eso alcanzaría para conseguir un “operativo clamor” del peronismo que envalentone a Massa a presentarse, pese a que él insiste que no tiene aspiración alguna.
La suba del dólar libre a lo largo de enero es un llamado de atención aunque en el Gobierno se vive con menos dramatismo. Uno de los motivos es que los dólares financieros continúan operando casi 30 pesos abajo, en parte por la intervención del Central y Anses. Por otra parte, se mantienen políticas más “ortodoxas” para hacer frente a estas presiones: aumento de la tasa de interés (que ya está claramente por encima de la inflación) junto a una mayor absorción de pesos, que en enero llegó a $ 330.000 millones y sería todavía mayor en febrero. De esta forma, se buscaría aspirar el excedente de pesos que dejó diciembre, como ocurre todos los años.
Salir del bajón
El foco también estará puesto en reanimar la actividad productiva, que en los últimos meses profundizó su bajón por la falta de dólares para insumos. Como en los próximos meses se profundizará la escasez de divisas, el Gobierno prepara un plan de subsidios millonarios para las empresas que inviertan , que será muy fuerte en los próximos tres meses. El subsidio de la tasa en pesos podría llegar a 30 puntos.
Aunque Sergio Massa niega la posibilidad de una candidatura, la misma depende del éxito en bajar la inflación (aunque sea de corto plazo) y también que consiga mantener la economía a flote, luego de un cuarto trimestre de franco estancamiento de la actividad
El programa de recompra de deuda continúa y según estimaciones privadas ya habría superado los USD 300 millones. En las últimas horas se aceleraron las negociaciones con entidades internacionales para conseguir préstamos en dólares que permitan acumular más reservas y sostener estas operaciones. Según pudo averiguar infobae, ya habrían presentado propuestas de financiamiento siete entidades, de las cuales al menos dos habrían sido aprobadas.
Mientras tanto, avanza la investigación de la Comisión Nacional de Valores y la Justicia por el “tráfico de información” previo a la operación de recompra de deuda. En la mira habría tres “cuevas” que operaron montos inusitados, facilitando liquidez para la compra de títulos antes del anuncio. “Tendrán que dar explicaciones ante la Unidad de Información Financiera”, aseguran desde la CNV. También habría una participación necesaria de una o varias casas de Bolsa. El lunes arrancarían los allanamientos, que serían utilizados al mismo tiempo para frenar la presión cambiaria. A la vieja usanza del kirchnerismo.