El homicida se fugó después del crimen y fue hallado en 2019 en Brasil. Buscan evitar que prescriba la causa.
En 1994, el asesino Jaime Saade fue condenado en ausencia a estar 27 años en la cárcel por la muerte de Nancy Mestre, asesinada en Colombia. Martín, el padre de la víctima, lo encontró en el 2019 en Brasil, unos 25 años después y espera que pague por su crimen. En las últimas horas, tuvo buenas noticias: ahora la Justicia podría extraditar al asesino antes de que prescriba la causa.
Dicen que la justicia tarda, pero llega. Así ocurre en el caso de Nancy Mestre, una joven colombiana, estudiante de bachillerato, que fue violada y asesinada en la madrugada del 1 de enero, en 1994.
Su asesino, Jaime Saade Cormane, fue capturado en 2019 en Belo Horizonte, en Brasil. Duró 26 años prófugo de la justicia, porque escapó el mismo día del macabro crimen.
El administrador de empresas e integrante de una familia de alta sociedad fue condenado en ausencia en su país en julio de 1996. 25 años de prisión por el delito de homicidio y 2 años por acceso carnal violento.
Las sentencias se cuentan a partir de la fecha de su ejecución, es decir, que la condena de Saade Cormane, sigue vigente y prescribe en julio de 2023. Como el hombre todavía no fue extraditado desde Brasil a Colombia, temen que la causa prescriba y nunca pase un día tras las rejas.
Un fallo de la Corte Suprema, resuelto por empate en 2019, denegó la extradición a Colombia del homicida porque el crimen ya había prescripto en Brasil. Esa situación podría cambiar en las próximas horas.
Una historia desgarradora
La historia de Martín Mestre, un padre que durante años buscó al asesino de su hija, es de profundo dolor. La última vez que vio a su hija fue en la puerta de su casa después de brindar con su mujer y sus dos hijos. Una de ellos, Nancy Mariana, quien tenía 18 años, le había pedido permiso para celebrar el Año Nuevo fuera de casa y con Jaime Saade, con quien ella salía desde hacía un tiempo.
Mestre salió a despedirlos. “Vuelve a las tres”, le recordó a ella. “Cuídamela”, le pidió a él. Este último es el recuerdo que Mestre tiene de su hija, según publica el diario El País de España.
En la mañana del 1 de enero de 1994, Martín se despertó y sintió que su hija no había llegado a casa a las tres de la mañana como él le pidió y emprendió una búsqueda por varias discotecas hasta llegar a la casa de Jaime Saade.
“La madre de Jaime estaba limpiando el departamento de su hijo, anexo a su casa. En el amanecer del primer día del año. Estaba todo el suelo mojado. La mujer lo miró y le dijo: su hija tuvo un accidente, está en la Clínica del Caribe”, fue el cruel relato que recibió Martín. Al llegar al centro médico, Saade le dijo que su hija se había intentado suicidar al dispararse con un arma de fuego.
Nancy estuvo en la clínica y días después falleció, pero lo más extraño fue la desaparición de Jaime Saade, de quien no se volvió a saber nada para esclarecer lo ocurrido. “En 1996, un juez colombiano condenó a Saade por el homicidio y la violación de Nancy Mariana, a 27 años de cárcel, a pesar de estar desaparecido. El suicidio fue descartado”, dice el diario El País.
Y ante esta sentencia, Martín comenzó la búsqueda de Saade por cielo y tierra.
Martín hizo un curso de inteligencia y con cuatro perfiles falsos en redes sociales comenzó a acercarse a la familia Saade, en una carrera contra el tiempo, porque en julio de 2023 se cumple la condena contra el asesino de su hija y, de llegar la fecha, quedará en libertad y sin cargos.
La pericia de Maestre junto con dos coroneles que lo ayudaron con la investigación los llevó a encontrar a Saade en Belo Horizonte, Brasil, luego de analizar muchas conversaciones y publicaciones que estaban revisando de los familiares de Jaime.
Interpol le siguió la pista a un hombre que coincidía con los rasgos de Jaime Saade, pero se llamaba Henrique Dos Santos Abdala, casado y con dos hijos. La policía brasileña lo investigó y gracias a la huella que encontraron en un vaso que utilizó en un bar supieron que sí era él.
La noticia llenó de emoción a Martín Mestre, pero otra situación impidió que Saade regresara a Colombia para pagar su condena: la extradición.
La Corte Suprema de Brasil tenía en su poder la decisión de extraditar o no a Jaime Saade a Colombia. “Dos jueces votaron a favor de la extradición y dos en contra. El quinto estaba de licencia y la justicia dicta que los empates siempre favorecen al condenado”, se lee en la nota de El País.
Los dos jueces que votaron a favor de la extradición argumentaron que se debe considerar la nueva acusación para calcular el tiempo de prescripción, los que votaron por el ‘no’ advirtieron que en Brasil no existía la condena, pues para principios de 2020 ya se había cumplido el plazo de prescripción de 20 años que establece la justicia brasileña. Esto devastó a Martín, pero continuó con la idea de hacer justicia y ahora, con la asesoría de abogados, busca su extradición.
En la investigación del diario El País buscó a Jaime Saade, pero no lo hallaron, solo tuvieron contacto con su abogado Fernando Gómez Oliveira, quien manifestó que su defendido no será extraditado ni expulsado de Brasil, sino que tan solo pagaría una multa. El Gobierno de Colombia tampoco le da esperanzas a Mestre.
¿Y multa por qué? Porque Jaime Saade está acusado de falsificación y utilización de documentos ilegales para su entrada a Brasil con una identidad falsa.
“El tratado de extradición vigente entre Colombia y Brasil prevé que, una vez negada la extradición de un individuo, no podrá ser solicitada de nuevo la entrega de este por el mismo hecho que se le haya imputado”, así le notificó la Cancillería al diario El Heraldo en una nota publicada en marzo de 2021.
Así las cosas, a dos años de la prescripción de la pena, Jaime Saade todavía goza de su libertad.