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Para ofrecer Ahora 12 las empresas deben congelar los precios hasta las PASO

El Gobierno prorrogó el programa y les pide a las cadenas que además adhieran a la nueva versión de Precios Justos.

Tras imponer un congelamiento a bienes durables y semidurables hasta las PASO, el Gobierno prorrogó Ahora 12 hasta el 31 de enero de 2024, como mínimo. La extensión del programa incluye una nueva condición: para participar del programa las empresas (fabricantes y comercios) deben adherir previamente a Precios Justos, lo que las obliga a mantener los precios de los productos fijos que ofrecen hasta el 15 agosto, es decir, dos días después de las elecciones primarias.

La tasa de Ahora 12 quedó en 72,75%, lo que representa el 75% de la tasa de los plazos fijos. Por lo cual, “continuará por debajo de la evolución del salario, que es de un 103,8% (variación interanual) y de la tasa de interés promedio del mercado, que es de un 110% de TNA”, señala el comunicado oficial. Como contrapartida, la Secretaría de Comercio, que conduce Matías Tombolini, exige que fabricantes y comercios suscriban a la versión freezada de Precios Justos.

De este modo, productos de 35 categorías diferentes (entre ellos indumentaria, calzado, línea blanca y electrónicos, neumáticos, materiales y herramientas para la construcción, colchones celulares, motos y bicicletas) “podrán venderse a través de Ahora 12 y mantendrán sus precios estables hasta el 15 de agosto“, detalla la resolución 1041/23 publicada en el Boletín Oficial.

Vincular Precios Justos con Ahora 12 es parte de la nueva estrategia de Tombolini, uno de los alfiles de Sergio Massa, para tratar de aplacar la inflación por los próximos 40 días. La novedad trascendió hace poco más de dos semanas, cuando fabricantes y cadenas comerciales de diversos rubros fueron convocados para renovar la anterior versión de Precios Justos, que entró en vigencia en marzo pasado.

El programa en ese entonces establecía un congelamiento acotado a muy pocos productos y una suba mensual tope de 3,2%. Tombolini los sorprendió con el cambio de reglas. El funcionario le reclamó a los fabricantes “acordar voluntariamente” las nuevas condiciones de Precios Justos a cambio de facilitar los dólares para importar. “No sólo eso, también nos pidieron retrotraer la suba permitida de mayo”, se lamentó un ejecutivo de un fabricante nacional. A las cadenas las amenazó con excluirlas del Ahora 12.

“El objetivo de Ahora 12 es impulsar las ventas de productos que se fabriquen en el país, aumentar el consumo interno y que los usuarios puedan adquirir los productos con una tasa de financiación accesible”, es la explicación oficial. En la prórroga se aumentaron los tope de financiación a 4 rubros: $ 730.000 para las motos; anteojos y lentes de contacto, a $ 62.000; equipamiento médico, a $ 450.000; y espectáculos y eventos culturales, a $ 42.000.

La lista de rubros abarca, además de los mencionados, textos escolares y libros; cuadernos, papelería, lápices, lapiceras, mochilas, cartucheras, juguetes y juegos de mesa, instrumentos musicales, computadoras, notebooks y tablets; artefactos de iluminación, televisores, monitores, perfumería y pequeños electrodomésticos, entre muchos otros.

El congelamiento de Precios Justos, tal como publicó Clarín la semana pasada, fue presentado por el Gobierno como un acuerdo voluntario, sin imposiciones de ningún tipo. Un funcionario de la oficina de Tombolini explicó que “si una empresa no quiere firmarlo, lo único que pierde es la prioridad para poder importar y para acceder al MULC”, es decir los dólares al tipo de cambio oficial para cancelar deudas en el exterior.

Los fabricantes tienen otra versión. “Nos dijeron clarito que los que no adhieran al programa no podrán importar nada“, argumentaron. El torniquete no incluye, por lo menos hasta ahora, a productos de consumo masivo, que mantendrán la pauta de una suba máxima del 5% mensual.

Por fuera de eso, la mayoría de los bienes durables alcanzados se producen con componentes importados, por lo cual “las empresas no tienen margen de maniobra, porque si no firmás te traban las SIRAS”, subrayan fuentes del sector privado. La SIRA es el trámite de rigor para poder importar, cuya autorización depende de la oficina de Tombolini.

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