Tendrá casi 120 productos y el objetivo es achicar la brecha de precios con las cadenas. En abril, las ventas en comercios chicos se derrumbó 17%.
Con el objetivo de achicar la enorme brecha de precios, el Gobierno lanzará en los próximos días una versión reducida de Precios Justos. Frente al derrumbe de ventas en los negocios de barrio, la Secretaría de Comercio lanzará una canasta de unos 120 productos de consumo masivo con precios regulados para comercios de proximidad. La oficina, que conduce el massista Matías Tombolini, ultima detalles con mayoristas y distribuidores para oficializar la medida “en los próximos días”.
Esta es la tercera vez que se intenta extender el programa “anti inflacionario” (como el actual Precios Justos) por fuera de las grandes cadenas de supermercados. Ya lo habían intentado sin éxito en 2020 Paula Español (con Súper Cerca) y en 2021 Roberto Feletti (+ Precios Cuidados), dos de los antecesores de Tombolini. Ambas iniciativas naufragaron por el mismo motivo: el notorio faltante de productos.
No obstante, Tombolini avanza en una nueva intentona, con la finalidad de frenar los aumentos de precios en almacenes, autoservicios chinos y tiendas de barrio, mucho más altos que en las grandes cadenas. “La diferencia entre el canal moderno y el de proximidad trepó en promedio al 46% en la primera semana de mayo“, confió a Clarín una fuente oficial.
Este martes por la tarde, mayoristas y referentes de los negocios de proximidad se reunieron con el equipo de Tombolini para tratar de cerrar el acuerdo definitivo. Uno de los puntos clave son los márgenes máximos de comercialización, es decir, la exigencia de poner un tope máximo a las ganancias en toda la cadena de distribución para evitar el encarecimiento de los productos del programa.
Desde el Gobierno prometen oficializar la nueva canasta de Precios Justos, un viejo reclamo de almaceneros y los súper chinos, antes de fin de mes. Hasta el momento, “se acordaron 117 artículos básicos”, pero el número podría cambiar según avancen las negociaciones. La iniciativa expresa la enorme preocupación oficial por la escalada inflacionaria de los últimos meses. En abril, el costo de vida trepó al 8,4%, debido al alza de los productos estacionales (12,8%) y al rubro alimentos y bebidas, que se ubicó en el 10,8%. En mayo, los números serían peores, según pronostican las consultoras privadas.
Desde sus inicios, Precios Justos se concentró exclusivamente en las grandes cadenas de supermercados, que representan el 40% de las ventas de productos básicos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza). El programa abarca un universo de 25.000 productos, que hoy tienen un aumento tope del 5% mensual, dividido en dos etapas: 3,2% en la primera semana del mes y otro 1,8% a partir del día 20. No se sabe si la “canasta de proximidad”, tendrá la misma pauta. “Todavía no está cerrado”, señalan fuentes oficiales y privadas.
Por lo pronto, Precios Justos (más las promociones) le permitió a las grandes cadenas de supermercados ganar participación de mercado en perjuicio de los negocios más chicos. En abril, las ventas en autoservicios independientes y asiáticos cayeron 16,6%. Y en la primera semana de mayo, la contracción trepó al 21,6%. “El acumulado del año nos deja una contracción del -8,2% en el consumo”, subraya un informe de la consultora Scanntech.
El relevamiento indica que todas las familias de productos pierden en consumo en el primer cuatrimestre del año: alimentos (-15,4%); Cuidado Personal (-11,2%); limpieza (-6,9); y bebidas (-3,1). Scanntech, además, detectó que en las pequeñas supermercados del interior del pais las ventas se contrajeron el mes pasado 10,7%, y 27,2% en la primera semana de mayo. El total de la canasta promedió una suba de 8% y en forma interanual 127%.
La brecha de precios entre canales es natural. Las grandes cadenas cuentan con otras herramientas diferenciales, como la posibilidad de acordar promociones con los fabricantes y también la de ofrecer casi todos los medios de pago. Además de concentrar el programa Precios Justos. El Gobierno insiste, una vez más, en replicar esta última receta en autoservicios independientes, almacenes y comercios de cercanía. Algo que en el sector privado dudan que se pueda efectuar. “Los costos logísticos y de distribución no son los mismos. Especialmente para abastecer a los punto de venta alejados de los centros urbanos”, señalan.