Las empresas, que incluyen a Instagram y Facebook, se habían negado a eliminar posteos que el gobierno ruso había calificado de “propaganda”, la denominación oficial para aludir a cualquier aspecto de la vida de personas del colectivo diverso.
Un tribunal ruso multó este martes a Meta, empresa matriz de Facebook e Instagram, y a la red social TikTok por negarse a eliminar contenido LGBT+, en una nueva muestra del empeño del régimen de Putin en perseguir a las minorías sexuales y de género, incluso en medio de una invasión.
Según informó la agencia rusa Interfax, la corte de un distrito de Moscú ordenó al gigante estadounidense que pague cuatro millones de rublos (53.000 dólares) por no borrar contenido con “propaganda” LGBT+, la denominación oficial para aludir a cualquier aspecto de la vida de las personas del colectivo diverso.
En otra audiencia, el tribunal de Mirovoi de Moscú condenó a la plataforma TikTok, una filial del grupo chino ByteDance, a una multa de dos millones de rublos por la misma razón.
Las grandes compañías tecnológicas son multadas con frecuencia en Rusia por negarse a eliminar publicaciones a petición de las autoridades.
Desde de la invasión a Ucrania, Rusia ha aumentado la presión sobre las redes sociales, restringiendo fuertemente el acceso a ellas y bloqueando todos los contenidos que tengan que ver con las atrocidades cometidas por el Ejército ruso y borrando todas las críticas a su ofensiva bélica, una táctica similar a la usada por el régimen chino.
Los ataques contra la comunidad LGBT+ son comunes en Rusia, donde las autoridades y las poderosas cúpulas religiosas han exhibido una y otra vez su intolerancia hacia cualquier persona cuya orientación sexual o identidad de género se corra de la norma, llevando adelante desde el Estado purgas y persecuciones desde hace al menos una década que han provocado el exilio de decenas de miles de personas LGBT+.
Moscú aprobó en 2013 una ley contra la “propaganda” homosexual, destinada a contenidos para menores de edad, que en la práctica ha prohibido cualquier muestra pública de visibilización de la existencia de la comunidad LGBT+, censusando películas mostrando a parejas del mismo sexo y hasta prohibiendo las banderas del arcoíris.
El año pasado, Putin impulsó una serie de modificaciones a la Constitución que, además de permitir su reelección indefiniada, prohibían explícitamente los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Los cambios a las leyes rusas también bloquearon la posibilidad a las personas trans de adopción. Las personas homosexuales tampoco tienen permitido adoptar, y varias familias homoparentales han tenido que huir del país debido a denuncias de vecinos alertando a la Justicia de la situación.
El régimen de Putin también ha sido criticado por respaldar el régimen de Ramzán Kadírov, el primer ministro de Chechenia, que integra la Federación Rusa, que ha sido señalado por numerosas organizaciones internacionales y gobiernos por la violación reiterada de los DDHH., especialmente los de las personas LGBT+, con reportes de la existencia campos de exterminio para acabar con sus vidas.
Rusia forma parte de un bloque geopolítico que incluye a China, Venezuela, Hungría y Nicaragua, entre otros, que se caracterizan por la represión a sus ciudadanos en general. Estas faltas de libertades incluyen los derecho de las comunidades LGBT+ en esos países, que no gozan de derechos alguno ante la ley.