Ahijada del defensor de los ocho acusados que son juzgados por el Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores y mamá de una nena de 3 años, asiste a Hugo Tomei pero apenas le habla. Cómo la convenció el letrado de participar del juicio
“Vení, ¿te animás?”. Así convocó Hugo Tomei, el abogado defensor de los rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, a su ahijada legal Emilia Pertossi (25) para que participe en la defensa de sus hermanos Ciro y Luciano, y de su primo Lucas en el juicio que se desarrolla en los tribunales de Dolores.
Mamá de una nena de 3 años y oriunda de Zárate, Emilia se sienta a la derecha de Tomei en la sala de audiencias. Al menos, así se la vio en las primeras dos jornadas del debate que se desarrolla ante el Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores, donde sus hermanos, su primo y otros cuatro rugbiers son juzgados por los delitos de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y lesiones leves.
No es la única familiar de los tres Pertossi imputados por haber matado a golpes a Fernando a la salida del boliche Le Brique aquel 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. En la sala también está su tío, el papá de Lucas, Marcos Germán Pertossi.
Emilia es abogada egresada de la Universidad de Lomas de Zamora y trabaja con Tomei desde hace 8 años en su estudio jurídico. “Se recibió el año pasado. Para nosotros, es un logro. La convoqué para que me asista durante el juicio porque, además de que es atenta y expeditiva, ella quería estar acá”, dijo el defensor de los rugbiers sobre el desembarco de su pupila.
Durante las primeras dos audiencias del juicio, por caso, Emilia se dedicó a tomar nota en su computadora personal y a hablar con los familiares de sus defendidos. No conversa con Tomei y, hasta ahora y a diferencia de lo que sucede con la querella y el Ministerio Público Fiscal, donde se turnan para hacer preguntas; jamás intervino para interrogar a los testigos. Simplemente, asiste a su mentor.
Por caso, en el inicio del juicio oral fue testigo directo de los intentos de su padrino para suspender el juicio al pedir dos nulidades, que luego fueron rechazadas por el tribunal. Con su mano izquierda sobre su boca, y con la mirada fija en la presidente del tribunal, la jueza María Claudia Castro, así se mostró mientras Tomei intentaba que se cayera el debate. No cambiaría mucho su actitud a lo largo de las dos jornadas: siempre se muestra muy seria.
Hay que recordar que sus hermanos y su primo, junto a Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, enfrentan una pena en expectativa de prisión perpetua por los delitos de que les endilgan.
Este martes, por caso, algunos de los testigos, amigos de la víctima y que estaban junto a él el 18 de enero de 2020 cuando lo atacaron frente al boliche Le Brique de Villa Gesell, identificaron con nombre y apellido a los acusados. “Luciano Pertossi revoleaba patadas y trompadas”, dijo Federico Martín Tavarozzi y provocó la reacción de los rugbiers.
Enzo Comelli y Máximo Thomsen se inclinaron desde la segunda fila donde se ubican en la sala de audiencias. Su abogado, al ver esto, se puso de pie, salió de atrás de su escritorio y se inclinó hacia el piso para escucharlos. Fue un minuto, pero marcó el primer quiebre del silencio del grupo.