Además, hubo 1.688 muertes en un día. Anthony Fauci advirtió que el aumento de contagios de Covid-19 en ese país era “casi vertical”.
Estados Unidos registró el lunes más de un millón de casos de coronavirus, una cifra diaria que no se había reportado en ningún lugar del mundo durante esta pandemia, según un balance de la Universidad Johns Hopkins.
En un momento en que la variante Ómicron golpea con fuerza al país, la universidad registró además 1.688 muertes en 24 horas, un día después de que Anthony Fauci, principal consejero del gobierno en esta pandemia, declarara que el aumento de casos de covid-19 en Estados Unidos era “casi vertical”.
El país reportó alrededor de 1,07 millones de casos confirmados en las últimas 24 horas, siendo el país más afectado por la pandemia en el mundo.
El número de casos nuevos de COVID-19 se duplicó en los últimos siete días hasta una media de 418.000 casos diarios, informaron medios locales.
Este aumento llega cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. decidieron acortar, de diez a cinco días, el período recomendado de autoaislamiento tras recibir un resultado positivo si no se muestran síntomas.
La rápida propagación del coronavirus no solo ejerció una mayor presión sobre el sistema sanitario del país, sino que también afectó, de nuevo, a la economía nacional, provocando una escasez de mano de obra, miles de cancelaciones de vuelos y que algunas empresas vuelvan a cerrar sus puertas.
El regreso al teletrabajo
La explosión de casos de covid-19 generada en Estados Unidos, y especialmente en Nueva York por la variante ómicron llevó a muchas empresas a empezar el año con una vuelta al teletrabajo, una fórmula que poco a poco habían ido abandonando durante 2021 o que esperaban desterrar en 2022.
La capital económica del país, que ya fue uno de los grandes epicentros del coronavirus en la primera ola de marzo de 2020, registra estos días niveles récord de contagios (85.000 el pasado sábado) y un claro aumento de las hospitalizaciones (9.500 en el día de hoy), por encima del “pico invernal” de 2021.
Ante esa situación, buena parte del sector privado está optando por la cautela y ordenando a sus empleados que trabajen a distancia, al menos durante esta primera semana posterior a las vacaciones navideñas.
“Nuestra empresa nos dijo justo antes de Navidad que trabajáramos desde casa la primera semana de enero, sobre todo porque mucha gente iba a viajar durante las fiestas”, explica a EFE Emma Jones, directora de arte en una agencia de diseño con sede en Nueva York que emplea a algo más de medio centenar de personas.
Entre quienes cambiaron sus planes a última hora llama la atención el caso de la gran banca estadounidense, que se destacó como uno de los sectores más reacios a prolongar el teletrabajo.
Goldman Sachs, cuyo máximo ejecutivo fue especialmente crítico con esta práctica, pidió este domingo a sus empleados en Estados Unidos que, si pueden, trabajen de manera remota hasta el 18 de enero.
JPMorgan Chase, el mayor banco del país y que también insistió repetidamente en la importancia de la oficina, les permitió a sus trabajadores que permanezcan en casa durante las primeras semanas del año.
Por su parte, Citigroup pidió a los empleados del área de Nueva York que empezaran a trabajar de forma remota durante las Navidades y ya extendió esa política al resto del país de cara al mes de enero.
Entidades como Bank of America optaron por el teletrabajo al menos durante una semana, mientras que otras como Wells Fargo pospusieron de forma indefinida su regreso a las oficinas.
Este lunes, el consejero delegado del fondo de inversión, Jefferies, Richard Handler, explicó a través de las redes sociales por qué pidió a su plantilla trabajar desde casa hasta el final de enero.
“Aunque nadie lo sabe seguro, creemos (y esperamos fervientemente) que este pueda ser el último periodo verdaderamente difícil de esta pandemia. Sin embargo, por ahora, les pido a todos que den prioridad a la seguridad“, señaló Handler.
El cambio de planes consecuencia del Ómicron es generalizado en los sectores que pueden permitirse no contar con trabajadores de forma presencial e incluye a gigantes tecnológicos como Apple y Google y a grandes empresas de otros ámbitos como la petrolera Chevron o el fabricante de automóviles Ford.
Según una encuesta realizada por la consultora Gartner, pocos días antes de la Navidad un 44% de empresas estadounidenses ya habían alterado sus fechas de regreso.
En Nueva York, el contraste lo pone el sector público, con los trabajadores municipales mayoritariamente trabajando de forma presencial y con la promesa de que las escuelas permanecerán abiertas a pesar del fuerte repunte de los casos.
Tampoco se decretó el cierre de restaurantes, cines, teatros y locales de ocio en general, donde es obligatorio mostrar una prueba de vacunación.