La momia tiene un feto en su útero. Cuando falleció tenía entre 20 y 30 años de edad y se encontraba entre las semanas 26 y 30 de gestación.
Un grupo de investigadores polacos que años atrás hallaron el primer caso conocido en el mundo de una momia con un feto en su útero, han proporcionado en su reciente estudio publicado en Journal of Archaeological Science una posible explicación de por qué los arqueólogos no habían detectado ningún caso parecido antes.
Después de una examinación detallada del cuerpo y una serie de pruebas, los científicos supusieron que las sustancias químicas utilizadas en la antigüedad para embalsamar disolvieron los huesos del feto.
Así, los restos de su esqueleto se hicieron indetectables para los rayos X, lo que pudo haber pasado con muchas otras momias femeninas encontradas anteriormente, informa RT.
De esta forma, los investigadores habrían ignorado otros casos de mujeres que murieron embarazadas.
Inicialmente se creía que los restos pertenecían a un sacerdote, pero, en 2016, exámenes tomográficos establecieron que se trataba de una mujer, informa RT.
Tenía entre 20 y 30 años de edad
Por otra parte, los análisis radiológicos posteriores revelaron que falleció cuando tenía entre 20 y 30 años de edad, mientras se encontraba entre sus 26 y 30 semanas de gestación.
El autor principal del estudio, Wojciech Ejsmond, confesó a Insider que siempre le parecía muy raro que esta fuera la primera momia con un bebé en el útero, informa RT.
“Las mujeres en edad fértil, probablemente, no estaban constantemente embarazadas, pero una vez en varios años sí lo estarían”, precisó el experto. “Entonces, ¿por qué no se encontraron los restos de otras mujeres embarazadas que fueran embalsamadas?”, se cuestionaba.
“Los radiólogos esperaban encontrar huesos, y nuestro caso demuestra que, de hecho, no es lo que se debería hacer. Hay que buscar tejidos blandos de una forma peculiar”, explicó Ejsmond, informa RT.
Según el investigador, a medida que el cuerpo se descompone, se empieza a acidificar de forma natural. Cuando el ambiente ácido alcanzó al feto muerto, los huesos se disolvieron casi en su totalidad.
Los minerales, producto de esta reacción química, se dispersaron y se perdieron en el agua que todavía seguía en el útero, informa RT.
Sin embargo, los huesos de la madre no se disolvieron porque en el proceso de momificación se utilizaba natrón para secar el cuerpo y este procedimiento hacía que los minerales permanezcan en su lugar, por lo que, los huesos de la momia adulta se conservaron.