Un grupo de personas vandalizó un campamento de migrantes. Además, un ciudadano venezolano fue atacado por manifestantes que lo rodearon, patearon, escupieron y tiraron tierra cuando estaba herido en el piso.
Una protesta contra la migración irregular y la inseguridad realizada este domingo en la ciudad de Iquique, al norte de Chile, terminó con incidentes, lo que motivó la intervención de la policía. Al grito de “¡Que se vayan!” y agitando banderas chilenas, al menos dos mil manifestantes marcharon por el centro de esa ciudad en rechazo a la agresión sufrida por Carabineros por parte de un grupo de venezolanos durante un operativo de seguridad la semana pasada. El incidente, divulgado en redes sociales, gatilló la protesta en momentos de creciente delincuencia que los pobladores atribuyen al flujo de inmigrantes.
Durante la movilización se registraron incidentes cuando un grupo de personas vandalizó un campamento de migrantes, destrozando carpas y enseres. Además, un migrante resultó herido al ser atacado por manifestantes que lo rodearon, patearon, escupieron y tiraron tierra cuando yacía golpeado en el piso. La policía debió intervenir para protegerlo. Luego de los incidentes “no tenemos detenidos atendiendo que no se presentaron desordenes graves”, indicó Sergio Telchi, general de Carabineros.
Los manifestantes marcharon por el centro de esta ciudad costera, a la que llegan la mayoría de los migrantes que cruzan diariamente por pasos ilegales en la frontera con Bolivia. La movilización, a la que se sumaron algunos migrantes, se produce días después de que cuatro venezolanos atacaran a un policía en Iquique que les estaba haciendo un control.
“En este último tiempo hemos visto cómo ha cambiado nuestra ciudad. Siempre hemos estado con extranjeros, con peruanos y bolivianos, pero esto ha pasado todos los límites y hay una delincuencia terrible”, dijo la manifestante Patricia Pizarro. El fiscal de Tarapacá, la región a la que pertenece Iquique, Raúl Arancibia, aseguró esta semana que los homicidios aumentaron en un año un 183 por ciento y que han surgido bandas criminales “extremadamente violentas”.
Iquique ya ha fue escenario de protestas contra inmigrantes. El 25 de septiembre pasado, unas tres mil personas marcharon por la ciudad e incendiaron carpas de inmigrantes entonando gritos xenófobos. Para este lunes hay un convocatoria a paralizar las actividades en toda la ciudad, incluido el puerto y al que se han sumado los camioneros, que amenazan además con bloquear la entrada y salida de la localidad.
Ni la pandemia de coronavirus ni la crisis social que se extendió durante más de un año han alejado el deseo de migrar a Chile, uno de los países más atractivos dentro de América latina por su estabilidad política y económica. Tras un pico de entradas en febrero del año pasado, la crisis se agudizó en octubre, con cientos de extranjeros, principalmente venezolanos, vagando por distintas localidades del norte del país. La situación obligó al gobierno chileno a anunciar la construcción de varios albergues para poder recibirlos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) alertó el pasado diciembre que cerca de 500 refugiados y migrantes venezolanos, incluidos niños, cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile y llegan al país “tras varios días sin comer, con deshidratación, hipotermia y mal de altura”. En lo que va del año ya han muerto al menos dos personas tratando de cruzar la frontera y al menos 23 desde que se inició el flujo masivo en febrero de 2021.