Son datos de un informe de CABA, pero que se repiten en otras ciudades. Asocian la deserción a las condiciones laborales y a la poca valoración social de la profesión
El alto abandono de los docentes noveles, aquellos que recién comienzan a dar clases, es un tema que preocupa a nivel regional, sobre todo en las grandes urbes. La Ciudad de Buenos Aires no es la excepción: de acuerdo a un informe oficial, entre el 24 y el 26 por ciento de los maestros principiantes deserta tras el primer año en las aulas.
Los datos pertenecen a un estudio que hizo el Ministerio de Educación porteño y que toma la serie 2017-2021 (excluyendo al 2020 por la irregularidad que causó la pandemia). Toma los docentes de nivel inicial y primario que ingresaron al sistema de gestión estatal de la Ciudad.
En cada uno de los años se repitió el fenómeno. La deserción de los docentes noveles alcanzó entre el 24 y el 26 por ciento. Ellos al año siguiente no volvieron a tomar cargos en escuelas públicas.
“Esta tendencia nos genera dos problemas. Por un lado, nos puede pasar que los buenos docentes noveles se nos vayan y no vuelvan. Por otro lado, lo que es peor, es que en algún momento no nos alcancen los docentes que tenemos en el sistema. Hoy parece lejano, pero a mediano o largo plazo puede suceder”, le dijo a Infobae Oscar Ghillione, subsecretario de carrera docente.
El informe oficial consideró como ingresantes a aquellos que accedieron por primera vez a un cargo independientemente de su especificidad y duración. Cada año ingresan al sistema cerca de 1500 docentes, que suelen ocupar suplencias e interinatos a los que acceden a través de actos públicos online.
De la población de “desertores”, el 35% deja la docencia en cualquiera de sus formas y entre un 5 y 10 por ciento reingresa al cabo de al menos dos años. El resto de los maestros se pasa a colegios privados, se muda a otras provincias o empieza a dar clases en la educación no formal o superior.
El estudio, que por ahora arrojó datos preliminares, también indagó en los motivos del abandono tras el primer año, teniendo en cuenta que la preparación de un docente dura al menos cuatro años. Las razones más comentadas fueron por las condiciones laborales, tanto los mecanismos de ingreso a la carrera como la inestabilidad en los cargos, además de la escasa valoración social de la profesión y la falta de acompañamiento.
Contrario a lo esperado, el salario no fue uno de los motivos más mencionados. El sueldo para un docente sin antigüedad de jornada completa (8 horas) hoy en la Ciudad está en 187.184 pesos. Lo que sucede es que a medida que pasa el tiempo no se perciben grandes diferencias salariales. Los maestros de mayor antigüedad cobran 40 mil pesos más que sus pares que recién comienzan.
Si bien a nivel nacional no hay datos, la problemática de docentes que dejan la carrera al poco tiempo de empezar a dar clases se replica en distintas ciudades, en especial en las más grandes, donde existe una oferta de salidas laborales más amplia.
En otros países de la región también está sucediendo. Hace solo un mes se publicó un informe en Chile que muestra números similares a los de la Ciudad de Buenos Aires. Entre 2004 y 2021, en promedio, el 21,1% de los docentes noveles chilenos salió del aula tras el primer año de ejercicio. Entre ellos, la mitad nunca volvió a trabajar como maestros; lo que es tres más alto que la deserción promedio de todo el sistema.
El gobierno porteño asegura que durante el año tomó distintas que atacan, entre otros temas, esta problemática. Ponen como ejemplo la reforma del estatuto docente que se aprobó en la Legislatura en mayo y estableció nuevas condiciones en el ingreso a la carrera, que facilitan la titularización de cargos sin tener tanta antigüedad. También en agosto comenzaron a dictarse 4 especializaciones destinadas a docentes noveles en la Universidad de la Ciudad y la Escuela de Maestros. De cara a 2023, agregan, pondrán en marcha las primeras experiencias de tutorías en la práctica, en las que se brindará acompañamiento a los maestros que recién empiezan a dar clases.