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Volver a la Luna: todo lo que se hará este año para una nueva misión tripulada

Se van a probar el cohete, el traje espacial y tres robots. El plan es llevar una misión tripulada en 2024 o 2025, que por primera vez incluirá a una mujer.

El 18 de marzo pasado comenzó la cuenta regresiva para lanzar una misión tripulada por humanos nuevamente a la Luna.

Ese día, soleado e histórico, la NASA sacó de un mega hangar al cohete SLS, el más potente construido hasta ahora, de 2,6 toneladas de peso y casi 100 metros de alto, capaz de llegar a la superficie lunar, a Marte y más allá.

Lo trasladó 6,7 kilómetros desde el centro de ensamblaje hasta la plataforma de lanzamiento 39B, en Cabo Cañaveral. Es el primer paso para ponerlo a punto, listo para el próximo alunizaje, en 2024 o 2025.

La última vez que se pisó la Luna fue en 1972, durante la misión Apolo 17. Foto: NASA.La última vez que se pisó la Luna fue en 1972, durante la misión Apolo 17. Foto: NASA.

La Luna está otra vez en la mira y la primera pregunta es por qué la humanidad abandonó, en 1972, el plan de seguir viajando hacia allí y por qué lo retomó justamente ahora.

El argentino Pablo de León, director del Laboratorio de Vuelos Espaciales Tripulados de la Universidad de Dakota del Norte, ensaya una respuesta.

“El programa Apolo tenía como objetivo llegar a la Luna antes del fin de la década del 60, como lo había enunciado en un recordado discurso el presidente John F. Kennedy. Y, al hacerlo, había que ganarle a la Unión Soviética. Ese objetivo se cumplió el 20 de julio de 1969 con la Apolo 11 tripulada por Armstrong, Collins y Aldrin. Las posteriores, hasta Apolo 17, fueron también misiones programadas, pero no había en ese momento la intención de continuar la exploración tripulada de la Luna” dice.

De León explica que eso se debía, en parte, a los costos altísimos.

“Ya no había más cohetes ni naves espaciales preparadas (había dos más, pero se decidió no hacer esas misiones por los costos). Otra causa de la cancelación fue la escalada de la guerra de Vietnam: el entonces presidente Richard Nixon terminó anulando el programa y, a partir de ahí, el nuevo objetivo fue el desarrollo del transbordador espacial, o Space Shuttle. Ahora, la intención es volver a la Luna para establecer allí una base permanente, con lo cual el objetivo sería de más largo plazo”, comenta.

El objetivo de este viaje va más allá del alunizaje. el plan es usar la Luna como trampolín para luego llegar más lejos.

Este viaje, entonces, tiene ingredientes que van más allá de un exitoso alunizaje. El plan es que la Luna sea una especie de trampolín para llegar mucho más lejos (primera escala: Marte). Para concretarse contará con estos elementos básicos.

Un cohete con toda la potencia

El SLS (Space Launch System/Sistema de lanzamiento espacial) es el sucesor del cohete Saturno V, el que llevó a los primeros humanos a la Luna.

Su traslado hacia la plataforma de lanzamiento el 18 de marzo, marcó el comienzo de un proceso que se conoce como “ensayo general húmedo” para verificar los sistemas, cargar los tanques de combustible de sus cuatro motores y practicar los procedimientos de cuenta regresiva para el primer lanzamiento de prueba, que será este año.

El cohete SLS es el sucesor del Saturno V, que llevó a la prmera misión tripulada a la Luna. Foto: NASA.El cohete SLS es el sucesor del Saturno V, que llevó a la prmera misión tripulada a la Luna. Foto: NASA.

Fue fabricado por Boeing, junto con la NASA, y demandó una inversión de 23 mil millones de dólares. Es el orgullo de esa agencia espacial. “Nos dará satisfacciones. Desde ese lugar sagrado e histórico, la plataforma 39 B, la humanidad pronto se embarcará en una nueva era de exploración”, comenta el administrador de la NASA, Bill Nelson.

Se refiere a que con la primera prueba del SLS se completará la misión Artemis I, luego se lo enviará a orbitar la Luna para concretar la misión Artemis II y, finalmente, Artemis III llevará de nuevo a humanos, entre ellos a la primera mujer.

“Sacarlo del edificio de ensamblaje de vehículos es un momento icónico para este cohete y su nave espacial. Yo diría que este es un hito clave para la NASA”, valora Tom Whitmeyer, administrador asociado adjunto de Desarrollo de Sistemas de Exploración Común en la sede de la NASA en Washington.

Y agrega: “En la plataforma, por primera vez, usaremos los sistemas integrados para practicar la cuenta regresiva del lanzamiento y cargar el cohete con los propulsores que necesita para enviar a la nave Orion en un viaje lunar preparado para el lanzamiento”.

Una cápsula llamada Orion

El cohete es el propulsor, pero la nave es la Orion. Tiene la misma forma que la nave que llevó a Armstrong, Collins y Aldrin. Su aspecto es un homenaje a la hazaña de Apolo 11 y una forma de reconocer que no es necesario cambiar la fórmula del éxito.

La nave espacial Orion es un proyecto de la NASA y tiene la colaboración de la ESA (Agencia Espacial Europea).

La cápsula Orion, donde viajarán los astronautas, tiene la misma forma de la nave de las misiones Apolo. Foto: NASA.La cápsula Orion, donde viajarán los astronautas, tiene la misma forma de la nave de las misiones Apolo. Foto: NASA.

La ESA está proporcionando varios módulos de servicio para la misión Artemis, incluido el módulo de comunicaciones ESPRIT para las viviendas de los astronautas en la colonia lunar. También está ayudando a construir el módulo lunar Pathfinder, desde donde se hará cargo de la provisión de servicios de comunicaciones lunares.

Pero, tal vez, el plan más ambicioso de la ESA sea crear una constelación de satélites alrededor de la Luna.

El proyecto es instalar una constelación de satélites comerciales que orbiten la superficie lunar. Para lograrlo, financiará a dos consorcios de empresas que diseñarán servicios de telecomunicaciones y navegación para misiones a la Luna, en el marco de la iniciativa Moonlight de esa agencia.

Elodie Viau, directora de Telecomunicaciones y Aplicaciones integrales de la ESA, da detalles: “El programa Moonlight se centra en proporcionar comunicación y navegación en las numerosas misiones lunares planificadas para las próximas décadas. Ya está en marcha un primer proyecto, el Pathfinder, con un satélite en construcción de la industria europea que se lanzará para operar alrededor de la Luna en 2025”.

Y agrega: “El siguiente paso es la preparación de un conjunto más completo de servicios, incluidos los de navegación y las comunicaciones de mayor rendimiento. Para ello, la ESA está trabajando con dos consorcios industriales en la definición de satélites adicionales para una constelación alrededor de la Luna y crear una red lunar”.

Esa red lunar dotará a Orion, a otras naves exploradoras y a las colonias futuras en la Luna de una comunicación fluida, como la de ahora en la Tierra.

“Nuestros teléfonos móviles son esencialmente dispositivos de comunicación y navegación que, históricamente, desbloquearon un tsunami de aplicaciones sin límites para la imaginación y la creatividad. Esperamos que ocurra un efecto similar en la Luna una vez que los servicios de comunicación y navegación estén disponibles. Esto, combinado con tecnologías adicionales como VR (realidad virtual) e IA (inteligencia artificial), probablemente se traduzca en potenciales muy altos en educación, medios, entretenimiento, almacenamiento de datos ultraseguro, juegos y muchos otros”, pronostica Viau.

Robots inteligentes de carga

Según Viau, esta etapa de conquista lunar “inspirará a la próxima generación de científicos e ingenieros”. Y es muy probable porque, además del ambicioso programa de comunicaciones Moonlight, también se planea construir Gateway, una especie de Estación Espacial Internacional que orbitará la Luna.

Los robots que se testearán este año para viajar a la Luna tendrán como objetivo llevar diferentes cargas. Imagen: NASA.Los robots que se testearán este año para viajar a la Luna tendrán como objetivo llevar diferentes cargas. Imagen: NASA.

A esas iniciativas tecnológicas hay que sumarles los robots que podrán llevar diferentes cargas. En el marco científico, provisiones o materiales que serán útiles en una futura colonia lunar. Y en el ámbito estrictamente comercial, habilitarán variados servicios.

Los robots que irán a la Luna en el futuro llevarán distintas cargas, serán como un correo.

Los más llamativos: el traslado de cenizas de difuntos para ser esparcidas en la Luna (un servicio que ya se ofrece por 12.500 dólares) o el traslado de muestras de ADN, como para que de algún modo, todos tengan la posibilidad de pisar la superficie lunar.

Jürgen Schlutz, director del programa de Exploración Humana y Robótica de la ESA le da importancia a esa presencia robótica y destaca también el trabajo de simulación que se está haciendo en la Tierra para que los robots y los astronautas entrenen como si estuvieran en la Luna.

“La instalación DLR LUNA, que se está desarrollando actualmente en Colonia, Alemania, tiene ese objetivo: construir un escenario que funcione como una réplica del suelo lunar. El concepto está completamente diseñado y se planea que su construcción comience a fines del verano (europeo) de 2022 y se espera que las primeras operaciones se realicen en 2023”, comenta.

Los robots que están desarrollándose para tareas en la Luna son tres y serán lanzados este año.

A finales de 2022, la empresa Intuitive Machines planea hacer alunizar a dos robots con cargas científicas. Uno de ellos, el Nova C, es un cilindro metálico con seis patas. Esperan lanzarlo con el cohete Falcon 9, de la empresa privada Space X, propiedad del magnate mediático Elon Musk.

Otro robot/módulo de aterrizaje, es el Peregrine, de la empresa Astrobotic. Tiene cuatro patas, también puede llevar carga y planean lanzarlo a mediados de este año propulsado por el cohete Vulcan, de United Launch Alliance.

Otros robots tienen forma cúbica, por ejemplo el satelital Cubesat, que probará órbitas, una de ellas será la que usará para afianzarse la estación espacial Gateway.

Un traje espacial siglo XXI

 Amy Ross, ingeniera espacial y diseñadora estrella de la NASA, hija del ex astronauta Jerry Lynn Ross, creó el traje que llevará la misión Artemis. Se conoce como Unidad de Movilidad Extravehicular de Exploración (xEMU, por sigla en inglés).

Su padre, Jerry Lynn Ross, está retirado y quedó en los libros como el primer hombre en viajar más veces al espacio: siete (un honor compartido con el astronauta costarricense Franklin Chang-Díaz) y el que hizo más caminatas espaciales: nueve.

La astronauta Kristine Davis modela el traje espacial xEMU que llevará la primera mujer que viajará a la Luna en 2024 o 2025. Foto: NASA.La astronauta Kristine Davis modela el traje espacial xEMU que llevará la primera mujer que viajará a la Luna en 2024 o 2025. Foto: NASA.

Ella también quiere hacer historia. “El mecanismo y el tamaño de los componentes modulares de este traje nos permite mezclarlos y combinarlos para poder construir una configuración completa. Tiene una característica única en el área de los hombros, que es una de las dimensiones críticas cuando se trata de ponerle un traje a alguien”, explica.

El detalle del hombro es importante. “El traje está diseñado para que el hombro esté lo más cercano posible al cuello. Ese mecanismo de ajuste permite mover ese rodamiento lateral hacia adentro para personas más pequeñas o hacia afuera para personas un poco más grandes. Con esa característica de tamaño en la parte superior del torso pudimos acomodar el modelo a toda la gama de personas que lo necesiten usar”, detalla.

Otro punto importante: además de la mejora específica en el tamaño y el ajuste, el traje xEMU tiene unos guantes que también marcarán la diferencia con vuelos anteriores.

Serán adaptables a la mano de una mujer. De hecho, los que lleve la primera astronauta a la Luna serán confeccionados a medida.

Los colores que predominan en este traje espacial son rojo, blanco y azul, los de la bandera de los Estados Unidos. De su funcionamiento, se espera mucho: que mantengan a salvo a los astronautas de las radiaciones espaciales.

Rumbo a otra hazaña

Este regreso a la Luna está matizado por el viaje épico de 1969. Ahora se vuelve con más tecnología, mejores comunicaciones, con planes más ambiciosos. Y lo que sorprende de esta nueva etapa a los científicos es muy variado. También tiene matices.

“Para mí, el regreso del hombre a la Luna no es tan sorprendente. Al contrario, la Luna es nuestro vecino más cercano en el Sistema Solar y, por lo tanto, es el trampolín natural para la exploración espacial, con su propio interés científico, desafíos técnicos y potencial, recursos. Naturalmente, vemos varias partes interesadas en la exploración lunar, cada una según sus capacidades: desde pequeñas contribuciones de carga útil hasta misiones robóticas, infraestructura de superficie humana y exploración sostenible. Creo que esta diversidad de actividades es lo que sorprende porque subraya el imperativo humano de explorar y la fascinación de este desafío”, reflexiona Jürgen Schlutz, de la ESA.

El objetivo de la próxima misión tripulada a la Luna es iniciar un proyecto más ambicioso: crear una colonia lunar. Imagen: NASA.El objetivo de la próxima misión tripulada a la Luna es iniciar un proyecto más ambicioso: crear una colonia lunar. Imagen: NASA.

“A mí, lo que más me sorprende es que la compañía privada SpaceX vaya a desarrollar el sistema de descenso en la superficie lunar. Y hasta es posible que SpaceX se convierta en la alternativa al cohete SLS, que es muy caro, para vuelos posteriores a la Luna. Esto muestra una gran evolución espacial”, dice el argentino Pablo de León.

Hannah Sargeant, una científica planetaria, investigadora de la Universidad de Florida Central, destaca el manejo de los recursos naturales que se podría hacer en la Luna. “Estoy muy interesada y destaco los proyectos que generarán agua en la superficie lunar. El agua es fundamental para una presencia humana sostenible en nuestro satélite natural. Se puede utilizar para satisfacer las necesidades de soporte vital de la tripulación, pero también se puede separar en hidrógeno y oxígeno para hacer el propulsor del cohete, necesario para lanzarse desde la superficie lunar”, resalta.

Y comenta que hay muchas técnicas que se están estudiando para producir agua lunar. “Hay quienes están interesados en extraer agua de las regiones polares lunares heladas, y también están aquellos que utilizarán reacciones químicas para producir agua y/u oxígeno de las rocas lunares. Es probable que usemos una combinación de esas dos técnicas para apoyar futuras bases allí”, agrega.

En la misión Apolo, que utilizó al cohete Saturno V y llevaba dos módulos: el Columbia y el Aguila, trabajaron 400 científicos y técnicos . Pero sólo se inmortalizaron tres nombres. En Artemis (en mitología, hermana gemela de Apolo) ocurrirá lo mismo. Pero diferente.

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